Cónsules honorarios en las sombras

Están por todo el mundo y se hacen llamar “Cónsules honorarios”. Una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de investigación (ICIJ) halló que parte del sistema diplomático “honorario” ha sido permeado por algunos que abusaron de sus investiduras hasta para cometer delitos. Paraguay no es la excepción con casos que alcanzaron ribetes judiciales –y hasta cómicos- en escenarios internacionales.

Ali Khalil Merhi, con camisa negra, aparece en un acto colorado. Llegó a ser cónsul honorario y fue acusado de piratería de CD’s, videojuegos y software; no tardaron en acusarlo también de desviar parte de sus ganancias al Hezbolá
Ali Khalil Merhi, con camisa negra, aparece en un acto colorado. Llegó a ser cónsul honorario y fue acusado de piratería de CD’s, videojuegos y software; no tardaron en acusarlo también de desviar parte de sus ganancias al Hezbolá

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Los llaman cónsules honorarios. No son otra cosa que diplomáticos que trabajan desde sus países supuestamente para promover los intereses de gobiernos extranjeros, generalmente en sitios sin embajadas o consulados. Estos hombres y mujeres tienen un montón de privilegios de acuerdo a la Convención de Viena, en abril de 1963, desde excepciones impositivas pasando por pasaportes diplomáticos, vigilancia especial, etc.

Una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y de ProPublica (una sala de redacción de periodistas de investigación con sede en Nueva York) encontró que el sistema diplomático “honorario” ha sido infiltrado por hombres y mujeres nombrados sin control que abusaron de sus estatus para enriquecerse, evadir sistemas legales o promover sus propias agendas políticas.

Alrededor de 160 periodistas de 59 medios de comunicación en 46 países trabajaron en el proyecto.

Cónsules honorarios a nivel local

En Paraguay lo conocimos como Ali Khalil Merhi, un empresario libanés que trabajaba en la Triple Frontera y que llegó a estar preso en Tacumbú (registro número 3072) acusado de piratería de CD, videojuegos y software; no tardaron en acusarlo también de desviar parte de sus ganancias al Hezbolá. ICIJ y Propublica recuerdan que cuando allanaron su departamento, reportaron hallazgos de videos de supuestos ataques terroristas, entrevistas con atacantes suicidas incluyendo un CD de un líder radical que alentaba al espectador a atacar a los EE.UU. e Israel.

Mehri se adhirió con fervor al Partido Colorado (ANR) mientras estuvo en Paraguay, al punto de participar de múltiples actos proselitistas e inclusive como financista. Según The Sentry, habría sido Ángel Ramón Barchini quien en 1997 recomendó que Mehri se convirtiera en cónsul general del Paraguay en Beirut. Barchini ha llegado a ser embajador paraguayo ante Qatar, Emiratos Árabes, y hoy día se candidata a precandidato al Senado por el cartismo.

Ali Khalil Merhi llegó a casarse mientras estaba preso en Tacumbú, donde esperaba ser enjuiciado por varios ilícitos.
Ali Khalil Merhi llegó a casarse mientras estaba preso en Tacumbú, donde esperaba ser enjuiciado por varios ilícitos.

Mientras esperaba su juicio, Merhi huyó del Paraguay y siguió su camino con otro nombre: Ali Khalil Myree, nombre con el que reapareció en Sudán del Sur donde se ha convertido en un importante empresario. Entró inclusive en una sociedad minera con la hija del presidente y envió una serie de pagos a un General sancionado por el Consejo de Seguridad de la ONU por desestabilizar el país, según un reporte del 2021 trabajado por The SENTRY (grupo político investigativo con base en Washington, centrado en violencia y corrupción).

“La piratería es común en Paraguay”

Ali Khalil Mehri, o Myree, como el nuevo apellido adoptado, fue nombrado Cónsul Honorario de Sudán en el 2019. Consultado por el ICIJ y por Propublica sobre estos hechos, Myree, quien ha dicho que su lema de vida es “el cielo es el límite”, negó en un comunicado haber tenido jamás relación alguna con un grupo terrorista. Myree dijo que la piratería era común en Paraguay al momento de su arresto y que a él le faltaba “acompañamiento, educación y experiencia legal... No me avergüenzo de mi mala experiencia, y no la ignoro o la escondo”.

Frondoso listado

Paraguay no está ajeno al resto de la comunidad internacional y tiene en su historial casos tan escandalosos en los cuales se endeudó al país entero detrás de las trapisondas de quienes se hacían llamar embajadores itinerantes o cónsules honorarios. La mayoría de los casos que tomaron estado público tenían como factor común tráfico de influencias de políticos y/o autoridades locales.

Actualmente, según la página de Cancillería, tenemos 61 cónsules honorarios -hombres y mujeres- en todo el planeta, en todos los continentes. Sin embargo, en un análisis de páginas en internet, hemos hallado mas de una veintena de otros nombres que no aparecían –por lo menos hasta la noche del domingo- en la web oficial de Relaciones Exteriores.

Los países donde más Cónsules honorarios ha puesto Paraguay son: Canadá (cuatro: Winnipeg, Calgary, Vancouver y Toronto). En Alemania existen tres, Munich, Hamburgo y Stuttgart mientras que en España existen la mayor cantidad de Cónsules honorarios: Las Palmas de Gran Canaria, Albacete, Santiago de Compostela, Alicante y Valencia.

Según la página de la Cancillería, estos son los países donde han designado Cónsules Honorarios, y hasta donde ha podido revisar nuestro diario, el listado es incompleto. Los países son: Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Canadá, Estados Unidos, México, Belice, Haití, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Alemania, Austria, República Eslovaca, República Checa, Ucrania, Bélgica, España, Chipre, Italia, Eslovenia, Grecia, República de Irlanda, Israel, Portugal, Suiza, Turquía, Georgia, India, Japón, Jordania, Siria, Pakistán y Sudáfrica.

En la tarde del lunes 7 de noviembre, hoy hace ocho días, nuestro diario remitió varias consultas oficiales a la Cancillería a cargo de Julio César Arriola. El sábado volvimos a consultar y la respuesta fue que necesitaban más tiempo para dar las respuestas a los requerimientos realizados. Al mediodía de hoy, el canciller Julio César Arriola aseguró a nuestro diario que las respuestas llegarían, y alrededor de las 14:15 arribaron las consultas realizadas por nuestro diario que serán incluidas en nuestras ediciones impresas y digital de mañana.

Los escándalos

Los casos donde aparece Paraguay son varios, algunos coloridamente divertidos y otros gravemente delincuenciales al punto de comprometer el patrimonio público. En 1981 apareció un pedido formal de extradición de Alemania sobre el alemán Hans Hermann Weyer, quien se hacía llamar “El Bello Cónsul”; el hombre estaba acusado de supuestos delitos de estafa, falsificación de documentos y evasión de impuestos. Nadie supo de dónde salió el mote, tenía buen andar, autos de lujo, vivía rodeado de mujeres y en su oficina colgaba con la misma gracia la foto de Stroessner, la bandera paraguaya y condecoraciones nazis. Llegó a ir preso a Tacumbú tras el pedido de extradición de la justicia alemana y apuntó a que lo perseguían porque no renegaba de su amistad con el General Goring (Hermann Wilhem Goring, político, comandante y criminal de guerra nazi).

Otro que se hacía pasar por español pero en realidad habría resultado ser argentino-uruguayo fue Gustavo Gramont Berres -cuyo nombre verdadero era Benjamin Levy Avzarradel, nacido en Peguaho, Argentina-. Se hizo nombrar primero cónsul honorario en Suiza y luego ya ascendió a embajador itinerante durante la dictadura de Stroessner. Acostumbraba a decir que era argentino, a veces español y terminó hallándose una ciudadanía uruguaya. Gramont Berres, o Levy Avzarradel, contrajo deudas en nombre de nuestro país por unos 85 millones de dólares (aproximadamente unos 700 millones de dólares para la época actual). Posteriormente, los bancos que compraron la deuda terminaron demandando al estado paraguayo por falta de cumplimiento de pago de la deuda y nuestro país estuvo al filo de ser condenado, y embargado por sus trapisondas.

Gustavo Gramont Berres  -cuyo nombre verdadero era Benjamin Levy Avzarradel, nacido en Peguaho, Argentina-. Se hizo nombrar primero cónsul honorario en Suiza y luego ya ascendió a embajador itinerante durante la dictadura de Stroessner.
Gustavo Gramont Berres -cuyo nombre verdadero era Benjamin Levy Avzarradel, nacido en Peguaho, Argentina-. Se hizo nombrar primero cónsul honorario en Suiza y luego ya ascendió a embajador itinerante durante la dictadura de Stroessner.

En 1994 también cobró notoriedad el nombre de Sze Sum Cham, cónsul honorario del Paraguay en Hong Kong, destituido por la administración del entonces Canciller Nacional Dr. Luis María Ramírez Boettner quien lo halló responsable de supuesto abandono de su oficina, la que dejó a cargo de un sobrino. ¿El por qué del abandono del puesto de trabajo? Es que las autoridades de Hong Kong lo buscaban para aclarar un supuesto caso de entrega de pasaporte a una persona con antecedentes delictivos… a cambio de una coima.

Convención de Viena

Paraguay ha designado varios cónsules honorarios en otros países, como representantes diplomáticos. Y otros países han designado a paraguayos como sus cónsules honorarios.

En abril de 1963, la Convención de Viena estableció varias obligaciones y un montón de privilegios para quienes ocupan cargos de cónsules honorarios. Por ejemplo, tienen privilegios e inmunidades diplomáticas, no se puede revisar sus equipajes, las oficinas no pueden ser allanadas, los locales están exentos de impuestos y contribuciones nacionales, regionales o municipales. Los archivos y documentos son inviolables, igual que los libros y documentos referentes a la profesión del diplomático.

También se les permiten exenciones aduaneras, impositivas, gravámenes conexos, salvo gastos de almacenaje o acarreo. Si hubiera procedimiento penal, se les debe perturbar lo menos posible en funciones consulares; el estado está obligado a protegerlos por su carácter oficial.

Además existe una obligatoriedad que, de acuerdo a la investigación realizada por el equipo que investigó los casos de #DiplomáticosEnLasSombras, no se cumple a cabalidad. La Convención de Viena estableció además que si algún Cónsul Honorario tiene conductas indebidas, o pasan a formar parte de investigaciones oficiales, los países huéspedes de tales diplomáticos están obligados a notificar a los países representados.

La pregunta es, ¿cumple Paraguay con los mandatos de la Convención de Viena? ¿Han cumplido otros países con estos mandatos, con referencia al Paraguay? Todo parece indicar que la respuesta es no.

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