Atentado, pedido de dinero y otras situaciones revela nuevo párroco

En una carta con 20 puntos dirigida al obispo de la Diócesis de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, el nombrado nuevo titular de la Parroquia Virgen del Rosario de la ciudad de Itauguá, presbítero Pedro Celestino Brítez, denuncia una serie de situaciones, como que fue víctima de un atentado y tratos denigrantes. El antecesor del religioso, presbítero Andrés Cardozo, rechaza su separación del cargo y, según el escrito, exige un monto millonario para abandonar la casa parroquial.

El presbítero Pedro Celestino Brítez González muestra la llave que le entregó monseñor Joaquín Robledo durante la misa de bienvenida y posesión en el cargo de párroco de Itauguá celebrada el 30 de octubre en la iglesia parroquial.
El presbítero Pedro Celestino Brítez González muestra la llave que le entregó monseñor Joaquín Robledo durante la misa de bienvenida y posesión en el cargo de párroco de Itauguá celebrada el 30 de octubre en la iglesia parroquial.Gladys Villalba

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La extensa carta remitida por el presbítero Pedro Celestino Brítez González al obispo, monseñor Joaquín Hermes Robledo, tiene tres páginas. En las líneas denuncia un atentado, exigencias de dinero, tratos denigrantes y, a pesar de todo, aclara que no renuncia al cargo de párroco de Itauguá, que su actitud no es de desobediencia al prelado ni a la Iglesia y pide disculpas a la ciudadanía itaugüeña por las situaciones presentadas en la comunidad religiosa del distrito.

Sacerdote Andrés Cardozo, no acepta remoción del cargo en Itauguá.
presbítero Andrés Cardozo, expárroco de Itauguá. Rechaza su remoción del cargo.

“El 03 de noviembre del corriente, mientras celebraba misa, aflojaron las ruedas de mi camioneta, del lado del acompañante, trasera y delantera, que dejé estacionada en la plaza, poniendo es riesgo mi integridad física. Lo cual ya fue denunciado en la Comisaría local con Acta N° 378/22″, expresa en el punto 9 del escrito.

“El 04 de noviembre, volví a conversar con el anterior párroco, Pbro. Andrés Cardozo, manifestándole la propuesta acordada con Ud. en la reunión que tuvimos en su residencia a las 15:00 hs. de la misma fecha: que él vaya a la capilla San Rafael del barrio Itauguá Guasu, jurisdicción de la parroquia. Propuesta a la cual, el Pa’i respondió con un No rotundo”, añade.

En otra parte del escrito, dice: “El Pbro. Andrés Cardozo propuso salir de la casa parroquial de Itauguá, pero a cambio de una suma de dinero, Gs. 300.000.000 o al menos Gs. 200.000.000″.

“El Pbro. Andrés no va a salir de la casa parroquial y puso sus condiciones. Yo no vuelvo allá, si no tengo garantías para servir libremente”, afirma en otro párrafo. “No reniego de mi sacerdocio ni mucho menos de mi fe ni de la Iglesia. Pero mi obediencia llega a su límite, cuando ya no es razonable lo que está pasando conmigo”, expresa el sacerdote.

Monseñor Joaquín Robledo y el nuevo párroco de Itauguá, Pbro. Pedro Celestino Brítez González, imparten la comunión durante la misa celebrada el 30 de octubre del 2022 en la iglesia Virgen del Rosario de la "Ciudad del Ñandutí".
Monseñor Joaquín Robledo y el nuevo párroco de Itauguá, Pbro. Pedro Celestino Brítez González, imparten la comunión durante la misa celebrada el 30 de octubre del 2022 en la iglesia Virgen del Rosario de la "Ciudad del Ñandutí".

“No busco victimizarme, solo justicia y caridad”, afirma en otro párrafo. “Pongo a su consideración mi persona y el ejercicio del sacerdocio, si es que con esta decisión determina alguna sanción”, continúa.

En el punto 20 dice: “No estoy enojado con Ud. ni con nadie. Pero creo que las decisiones se tienen que tomar con más seriedad y previo análisis”.

Al inicio de la carta dirigida a monseñor Robledo, el presbítero Brítez González explica que tomó la decisión de su “retiro temporal” porque no puede habitar en la casa parroquial ya que está ocupada por su antecesor, Pbro. Andrés Cardozo, que “manifiesta firmemente que no va a dejar el lugar”.

Cuestión de humanidad

Califica como una “cuestión de humanidad que se le trate dignamente al hermano que tiene que dejar la parroquia”. Sin embargo, agrega, que “también es humano y cristiano que me tengan consideración y respeto”.

Menciona que, obedientemente, sin objeción al mandato del obispo de su jurisdicción, dejó la parroquia San Pedro Apóstol de la ciudad de Ypané. “Siendo fiel a mi promesa sacerdotal de ser obediente al Obispo que me administró el sacramento del sacerdocio y a su sucesor”, asegura.

“He dado mi parte en ir a la parroquia de Itauguá a servir, presidiendo misas y confesiones. Esto me ha costado dinero y desgaste físico, emocional y espiritual, ya que tuve que ir y venir una semana por mi cuenta y sin tener un lugar digno y adecuado para un sacerdote, un párroco”, señala.

“Es sabido que, a la luz del Derecho Canónico, el párroco debe residir en la casa parroquial, a no ser que esta no exista. No puedo andar de casa en casa, incomodando a las familias”, aclara.

No pudieron ejercer

El cura asumió la titularidad de la Parroquia Virgen del Rosario de Itauguá el domingo 30 de octubre durante una misa presidida por el obispo de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo. También tomó posesión del cargo de vicario parroquial el presbítero Antonio Vázquez Olmedo.

Sin embargo, ambos sacerdotes no pudieron ejercer a cabalidad sus responsabilidades debido a un conflicto generado por la negativa del anterior párroco, presbítero Andrés Cardozo, de abandonar la parroquia.

Un grupo de personas encabezadas por dirigentes de oratorios y capillas, así como de la parroquia de Itauguá, apoyan al presbítero Cardozo. Mientras, la mayoría de la feligresía está de acuerdo con el cambio ya que en 22 años no pudieron ver en él un religioso con capacidad para congregar.

Obispo daría informe oficial

El Pbro. Pedro Celestino Brítez González, en conversación con ABC, comentó que el martes 8 de noviembre se reunió con el obispo, Mons. Joaquín Robledo. Anunció que, según lo conversado, el prelado se encargará de informar a la opinión pública la próxima semana sobre las decisiones con respecto a la situación presentada en la parroquia de Itauguá.

El sacerdote aclaró que él no renunció al cargo de párroco, sino que decidió retirarse momentáneamente hasta tanto se resuelva la situación presentada por la negativa del padre Andrés Cardozo de aceptar su separación del cargo.

Explicó que el obispo le pidió tiempo hasta esta semana para procurar una solución del tema. Está viendo con abogados y el canonista del Obispado los recursos para la salida del padre Andrés de la parroquia, dijo.

Reiteró que Cardozo pidió G. 300 millones y luego G. 200 millones, “regateando, dijo”, para abandonar la casa parroquial. El Obispado no puede pagar, según le explicó monseñor Robledo.

Indicó que, de acuerdo a las propias palabras de Cardozo, pide ese monto como una especie de indemnización para que pueda construir una casa en su terreno y retirarse dignamente para vivir el resto de sus días.

Si vamos a ser tajantes y regirnos por el Derecho Canónico, que es la norma de la Iglesia Católica, en esta ley no aparece la figura ni siquiera del sueldo, indicó el presbítero Brítez González.

Es claro en ese sentido; no existe salario, aguinaldo, IPS, jubilación; no contempla una relación de dependencia como aparece en el Código Laboral. No se funda la idea de pedir una indemnización como lo está haciendo el padre Cardozo, subrayó.

Explicó que el obispo le ofreció vivir en la casa de retiro Emaús, donde residen sacerdotes retirados y que tiene servicios de enfermería, comida; para vivir dignamente. También le propuso ir a una capilla en Itauguá Guasu, con una residencia a punto de terminar, y tampoco quiso acceder. También rechazó una casa alquilada, mencionó.

“Documento no sirve”, dice

El presbítero Andrés Cardozo ejerció como párroco de Itauguá desde febrero del año 2000 hasta octubre del 2022. Su supuesto “autoritarismo” fue cuestionado durante el tiempo que estuvo al frente de la dependencia eclesial. El religioso reconoció en una entrevista que él marca el rumbo y el que no está de acuerdo “se va”. De esa forma dividió a la comunidad católica local.

El domingo 30 de octubre en entrevista con ABC se refirió a la decisión del obispo de la Diócesis de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, de reemplazarlo.

“Lo único que me duele es el modo poco ortodoxo, porque esto no me lastima a mí, sí lastima a la comunidad parroquial. Yo no soy enemigo de Joaquín (el obispo), de hecho fuimos compañeros de estudios, nos consagramos juntos como sacerdotes, yo no tengo ningún enojo. Que él se haya enojado, es más, que diga que soy un sacerdote rebelde... ¿Rebelde es quién? ¿Contra quién me rebelé? Contra nadie. Los curas estamos para servir al pueblo de Dios”, indicó Cardozo.

Al ser preguntado sobre el decreto de su remoción de la parroquia, señaló que “el documento no sirve”. “El documento que trajeron ellos tampoco tiene valor legal porque habla de no sé si ser echado o expulsado de esta casa. Les dije entonces: si me van a expulsar, tiene que ser por orden judicial”, explicó.

Insistió en que no dejará la casa parroquial y agregó que el obispo le faltó el respeto. Reconoció que Robledo lo visitó tres veces para pedirle que se retire.

“Le pedí las razones y una de ellas puede ser mi conducta amoral, de lo que sea, mujeriego; lo otro, o alcohólico o drogadicto, o lo que sea. Podés preguntarles a los itaugüeños cuál es mi peor pecado (...), no existen motivos valederos. Este es mi único pecado (mostró un cigarrillo que tenía entre sus dedos). Voy a continuar hasta que ellos presenten una orden de desalojo, que eso no se hace en 24 horas. Mi amigo Joaquín se metió en un peregrinar mal aconsejado por sus consejeros que están en el Obispado”, expresó el religioso.

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