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Armando Carrillo Flores, uno de los cuatro ciudadanos mexicanos acusados por los supuestos hechos punibles de narcotráfico, asociación criminal y lavado de dinero declaró ayer desde la Penitenciaría Nacional de Tacumbú en el juicio oral que afronta junto a otros siete acusados.
El procesado dijo ante el Tribunal de Sentencia que integran los jueces Gloria Hermosa, Alba González (presidenta) y Víctor Alfieri, que llegó a Paraguay con intención de comprar lengua vacuna y llevar a México para su comercialización.
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En el proceso de indicaron que no iba a poder llevar el producto directamente hasta México sino que tenía que hacerlo vía Estados Unidos. En consecuencia, resolvió renunciar a dicho rubro.
“Ahí opté por hacer otras cosas y con el transcurso de los días fui conociendo por ejemplo al señor Liseras (Hernán), a quien me lo presentó Reinaldo Miranda”, puntualizó Carrillo Flores durante su declaración.
Carrillo Flores resaltó que decidió probar suerte en el tráfico de drogas y que las sustancias estupefacientes iban a ser traídas de Pedro Juan Caballero por Reinaldo Miranda, y comercializadas en el territorio paraguayo.
“Soy el único responsable de estos delitos. Nadie más sabía de lo que teníamos ahí, solamente el señor Reinaldo (Miranda) y yo”, remarcó.
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El acusado agregó que a Jimmy Wayne, uno de los mexicanos acusados en la causa, lo conoció a través de Martín Huerta Flores, otro de los mexicanos procesados por el Ministerio Público.
Otros acusados niegan participación en tráfico de drogas
Los mexicanos Jimmy Wayne Gallien Córdova y Martín Víctor Huerta Flores, el taxista Patricio Fernández Villalba y el abogado Hernán Liseras también declararon ayer y dijeron ser inocentes de los hechos acusados y que no saben por qué fueron involucrados en el proceso.
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“No cometí ningún delito, soy una persona inocente, no tengo nada que ver con el cártel de Sinaloa. Hace seis años que estoy preso y todos los días duermo con el temor de no amanecer vivo”, dijo Jimmy Wayne Gallien.
El juicio oral y público continuará el miércoles 2 de noviembre, desde las 7:00.
Causa inició en 2016 con apoyo de la DEA
Este caso se inició el 7 de diciembre de 2016. Agentes de la Senad bajo supervisión de la DEA confiscaron una carga de 308 kilos de cocaína en un operativo en una casa ubicada en Villa Elisa.
A partir de ahí se realizó una serie de diligencias que concluyeron con la aprehensión y procesamiento de los ocho acusados actualmente.