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La feligresía católica de la localidad de Juan de Mena se congregó ayer para conmemorar y celebrar el día de San Rafael Arcángel. Estuvieron presentes una gran cantidad de visitantes que acudieron de diferentes comunidades para participar de la santa misa.
Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la Diócesis de Caacupé, expresó durante su homilía que se siente muy contento de ver a tantas personas reunidas para la celebración. Estuvo acompañado del Pbro. Jorge Ozuna, Pbro. Modesto Martínez y Pbro. Arturo Girett.
El obispo Valenzuela resaltó que hoy más que nunca necesitamos que los cristianos tengan la característica de la alegría, pues hoy en día ya no es común ver a las personas alegres. Mencionó que ante las situaciones difíciles que se nos presentan día tras día, ahí es donde debemos tener presente al Espíritu Santo.
Dijo: “Debemos entender que Dios sabe cuándo hacer su voluntad, y tenemos que tener fe, esperanza y paciencia”. Asimismo, indicó que hoy en día, las personas quieren tenerlo todo en el momento y eso quita la alegría, “el inmediatismo no es bueno” afirmó.
Refirió que muchos jóvenes pusieron de moda la toxicidad y eso debemos eliminar, “tenemos que vaciarnos de los malos pensamientos y llenarnos de optimismo” dijo el religioso.
“El único pecado que tenemos que ser capaces de tener es el optimismo, tener fe vale la pena, porque para Dios nada es imposible”.
Valenzuela pidió a la juventud en general “que sean más alegres, pues solo siendo alegres conseguirán más cosas positivas en la vida”. “Los jóvenes tienen que ser más alegres y seguir el camino de la espiritualidad de Dios” apuntó.
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En otro pasaje de su homilía dijo que hay que tener ese ardor en el corazón pero no confundirlo con fanatismo. “El ardor de corazón es que nuestro corazón deje de ser de piedra, para amar a los demás y eso necesitamos”.
Mencionó que hoy en día muchas personas han perdido la sensibilidad y recordó un momento cuando visitó a una familia, y dijo que pudo visualizar que no había esa afinidad y amor en el hogar.
Destacó que en medio de todo esto solo Dios nos puede brindar la fortaleza y expresó: “Este es el momento en el que más lo necesitamos”.
El obispo también habló sobre las noticias que ocurren a diario y lamentó la violencia e inseguridad que se ven todos los días. “Pagaremos muy caro dejar pasar todas estas situaciones, actuemos haciendo el bien hoy”.
Resaltó que solo Dios es la fuerza que impulsa, ayuda y ayudarán a seguir adelante. “El desafío más grande que tenemos es llegar a ser santos, eso es lo que Dios nos pide, tenemos que buscar los senderos de nuestro Señor, tratemos de llenar de santidad nuestro hogar”.
Y no olviden: “Quien a Dios tiene, nada le falta, solo Dios basta” puntualizó monseñor.