El ministro de Justicia, Édgar Taboada Insfrán, quien asumió el cargo en la mañana de este martes, fue destituido del cargo tras autorizar que el ataúd del líder del EPP, Osvaldo Villalba, ingrese al penal de mujer El Buen Pastor, y que así su hermana Carmen Villalba le rindiera homenaje.

Taboada asumió el cargo en reemplazo de Édgar Olmedo. Sin embargo, luego de que se diera el “homenaje” al líder abatido del EPP, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, terminó por sacarlo del cargo ante la ola de críticas desatadas por la ciudadanía.

El jefe de Gabinete del Poder Ejecutivo, Hernán Huttemann, confirmó también la destitución de la directora de la cárcel El Buen Pastor, Marian Vázquez, por prestarse a los requerimientos de la familia de los terroristas.

Lea más: Ejecutivo nombra a nuevo ministro de Justicia

Taboada había rechazado primero ingreso al Buen Pastor

Los familiares de Osvaldo Villalba debían dejar los restos del líder del EPP en el cementerio de la Recoleta, pero antes intentaron ingresar el ataúd hasta la cárcel para que Carmen Villalba le diera el último adiós.

En un principio, Édgar Taboada rechazó esta idea porque los familiares de Villalba no avisaron y mucho menos gestionaron los permisos ni vía Ministerio o vía judicial.

“Nos llegó de sorpresa y por tema de seguridad no se puede, y si lo hacían con tiempo podríamos evaluarlo”, había comentado en radio ABC Cardinal, esta tarde.

Lea más: EPP: llevaron el ataúd de Osvaldo Villalba al Buen Pastor

Sin embargo, posteriormente cambió de opinión tras darse el refuerzo de la seguridad en la penitenciaría. Por ello, familiares del exlíder del EPP trasladaron los restos del epepista -que ya estaba en un panteón de la Recoleta- hasta la carcel para cumplir con los pedidos de la familia del terrorista.

Asumen encargado de despacho en Ministerio de Justicia

Daniel Benítez, actual viceministro de Política Criminal, fue designado como encargado de despacho del Ministerio de Justicia.

El caso generó bastante indignación en redes sociales por la forma en que el Gobierno cedió a los pedidos de familiares de grupos criminales.