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El ferrocarril del Paraguay fue el primero a vapor de la región y luego de la guerra grande fue considerado el mayor activo que se tenía en el país, recuerda Lauro Ramírez, presidente de Ferrocarriles del Paraguay.
Tras su primer recorrido desde la estación central hasta Trinidad, el trayecto se extendió, comprendiendo también las estaciones de Luque, Areguá y Pirayú, en Cerro León.
El primer conflicto laboral registrado en la historia del país data de 1871 y señalan que se dio con los trabajadores del ferrocarril por un retraso del pago de salario.
“Paraguay no tenia como hacer frentes a numerosas necesidades y trató de vender el ferrocarril a privados, pero sin éxitos”, señala Ramírez.
Sin embargo, en 1877 se realiza la venta a la firma Travasso Patri y Cia, de Luis Patri, un ganadero italiano, considerado uno de los capitalistas más pudientes del Paraguay.
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En acuerdo de venta consistió en la suma de 1.000.000 de peso oro y el compromiso la prolongación de las vías hasta la capital del Guairá.
Ese mismo año, el gobierno de Patricio Escobar autoriza la concesión del Ferrocarril ala transnacional inglesa The Paraguay Central Railway Co y en 1889 la mencionada compañía y el estado paraguayo firman el contrato de compra-venta.
“Pero Paraguay se queda con el 6 % lo que le da la posibilidad de reclamar cumplimientos por parte de la empresa inglesa y el país comienza a sentir las consecuencias de prestamos realizando en 1871 y 1872″, comenta el presidente de Fepasa.
Comenta además que se se interviene la empresa en de la entidad ferroviaria y se entra en un espiral de acusaciones que duró 15 años aproximadamente, donde el ferrocarril es centro de debate.
En 1910 interviene el gobierno argentino, concediendo una ayuda financiera con un traspaso de fondos para la compra de acciones.
Se continuó prestando servicio hasta 1959 de forma privada, hasta que llegó la crisis luego de la segunda guerra mundial.
La compañía inglesa dispuso el cese del funcionamiento del ferrocarril con una pérdida de G. 12.244.440 en el año 1958.
Luego, el gobierno del dictador Alfredo Stroessner restableció el servicio y en 1961 Ferrocarril Central del Paraguay pasa nuevamente a manos del estado paraguayo.
Un siglo después de la inauguración, un 21 de octubre, cambia el nombre por Ferrocarril Presidente Carlos Antonio López.
En el año 2000 el ente fue intervenido y los dos años siguientes fueron indemnizados todos los funcionarias, más de 500.
Finalmente en el 2002 se crea Ferrocarriles del Paraguay S.A. FEPASA regido por normas privadas pero con acciones de propiedad del estado paraguayo.
Hoy, en recordación de los 161 años, se descubrió la estatua de Carlos Antonio López en el paseo peatonal del Ferrocarril, sobre Mcal. López, donde los ciudadanos se podrán acercar para tomarse fotografías.
Además se realizó una reunión entre el presidente de Fepasa y los 40 intendentes cuyas ciudades cuentan con estaciones ferroviarias con el objetivo de fomentar el turismo en cada estación.