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Desde la reapertura de la frontera con Argentina se instaló a nivel local la modalidad de traer combustibles desde la ciudad de Posadas para venderlo en el mercado informal, en puestos de venta callejeros distribuidos por diferentes puntos de la ciudad, a plena luz del día y sin ningún tipo de control.
La actividad se extendió de tal manera que se ha vuelto “normal” la presencia de puestos de venta en las calles, plazas y a la vera de las rutas PY01 y PY06.
Las estaciones de servicio más golpeadas con esta práctica son las que se encuentran en la capital departamental, aunque el impacto llega hasta las gasolineras que están más alejadas del punto de acceso fronterizo. Tenemos estaciones en Coronel Bogado, y ahí también las ventas mermaron notoriamente, comentó Mereles.
En algunos casos, los puestos de venta informales se instalan en cercanías a las gasolineras, y operan durante todo el día. Los más osados exhiben desde sus propios vehículos, en botellas y bidones de plástico. Otros, más discretamente, colocan un bidón con el carburante en la vereda, y el resto lo tienen guardado fuera de la vista.
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Venta callejera de combustibles es un “boom”
El “boom” de la venta de combustibles es un poderoso atractivo al que se vuelcan cientos de personas. Algunos se dedican a cruzarlo y proveer de los vendedores callejeros. Otros traen y venden por sus propios medios, y acabado el “stock” cruzan nuevamente la frontera por más. En promedio, un vendedor informal de capacidad media tiene una ganancia diaria de unos G. 200.000 por día.
El negocio hizo que se vuelvan muy populares y cotizados los vehículos con gran capacidad de almacenamiento en el tanque. No faltan los que ampliaron la capacidad del reservorio de sus vehículos, pero quienes son sorprendidos con esta práctica son duramente sancionados en el vecino país, con la requisa del vehículo y el pago de fuertes multas.
También genera una interesante alternativa de negocios para muchos automovilistas argentinos, quienes adquieren el combustible en las estaciones de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), a un precio levemente menor que las estaciones particulares. Las estaciones YPF en Posadas no venden a vehículos con chapa extranjera.
El resultado es un incesante movimiento en la frontera, al punto que a cualquier hora del día y de la noche hay “colas” para cruzar a Posadas. Las más de las veces para ingresar a Posadas, y en horarios pico de la tarde, también para salir de Posadas con destino a Encarnación.
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Comparaciones de precios
La cotización del guaraní respecto del peso argentino hace que la ventaja en los precios sea considerable, para todo tipo de productos. En los combustibles, las diferencias oscilan entre G. 3.000 y G. 4.000 por litro, en los diferentes tipos.
La nafta súper, en Posadas cuesta $ 170 el litro, lo que equivale a unos G. 4.250. Ese combustible se vende en el mercado informal encarnaceno en G. 6.500. En las estaciones de servicio de Encarnación el precio oscila en los G. 8.000, poco más o menos.
A comienzos del presente mes de octubre la nafta aditivada se vendía a G. 8.040. Algunas estaciones bajaron los precios, y ofertan a G. 7.690. Con todo, la diferencia es marcadamente ventajosa en Posadas.
El vendedor callejero gana alrededor de G. 1.000 por litro, y el comprador informal paga alrededor de G. 1.000 menos de lo que le cuesta cada litro del carburante cargando en una estación de servicios regular. Un detalle no menor es que los combustibles adquiridos en Argentina tienen mayor rendimiento, según afirman los usuarios.
También hay quienes van a cargar para su propio uso
Al fenómeno de la venta callejera se suman los que van a cargar para su propio uso. Es frecuente ver a personas que al final de la jornada laboral, o en horas de la noche, aceptan el desafío de pasar hasta tres horas sobre el puente para cargar combustible en su vehículo. La diferencia es tentadora: llenar el tanque de una camioneta diésel en una estación de servicio local requiere de unos G. 600.000, mientras que en Posadas se puede llenar con unos G. 360.000, con el diésel de mejor calidad.
El precio del diésel más caro en Posadas cuesta alrededor de $ 239.3 por litro, lo que en guaraníes equivale a unos 5.982. En Encarnación ronda los G. 10.000. En este caso, la diferencia de precios es de unos G. 4.000 por litro.
Las razones por las que el comprador encarnaceno se vuelca al mercado de Posadas está bien fundada en una diferencia cambiaria altamente favorable para el guaraní. Existe ventaja en prácticamente todos los productos de consumo familiar, en particular los lácteos, hortalizas, vinos, aceite comestible, artículos de limpieza, golosinas.
A tal punto se da la fuga de compradores al mercado posadeño que el 90 por ciento de los vehículos que cruzan el puente internacional “San Roque González de Santa Cruz” son de chapa paraguaya, según un sondeo que hizo la Cámara de Comercio de Encarnación.
Esta nucleación propuso recientemente a las autoridades de frontera la implementación de carriles diferenciados para vehículos paraguayos y argentinos para la salida a Posadas. Con ello buscan alentar la venida de turistas compradores argentinos, desanimados por las horas haciendo largas filas para regresar a su país.
Los compradores argentinos vienen atraídos por ventajas de precios en artículos tales como zapatos deportivos, ropa de cama, abrigos, artículos de plástico, electrónica, mercancía mayormente proveniente del mercado asiático.