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Este martes, mientras un grupo de alrededor de mil miembros de pueblos originarios que llegaron ayer a Asunción permanecen apostados en las inmediaciones del Cabildo, en el microcentro de la capital, en anticipación de su tradicional marcha del Día de la Raza, líderes nativos se reunieron con congresistas y representantes de varios ministerios en el Congreso Nacional para exponer las reivindicaciones y exigencias que trajeron desde sus comunidades.
Los indígenas presentan una lista de 35 puntos referentes a la calidad de vida de los pueblos originarios sobre los cuales, según su reclamo, el Gobierno hizo promesas que no cumplió. Protestan la violencia, los desalojos y la falta de seguridad jurídica sobre sus tierras, y falta de asistencia del Estado en temas de educación, salud, caminos, electricidad y provisión de agua potable, entre otras reivindicaciones.
Líderes de la Articulación Nacional de Indígenas por una Vida Digna se reunieron con congresistas y representantes de los ministerios de Salud, Educación, Agricultura e Interior, en una reunión que deberá retomarse mañana.
“Ojalá mañana tengamos algo concreto para retornar cada uno a nuestras comunidades”, dijo uno de los representantes de los pueblos originarios que participó en la reunión, afirmando creer que hay voluntad por parte de las autoridades para dar solución a sus reclamos.
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“Sabemos que hay cosas que se pueden solucionar de inmediato y otras que pueden llevar meses o años”, agregó, pidiendo comprensión a la ciudadanía y exigiendo a las autoridades que buses que transportan a indígenas a la capital para unirse a la marcha no sean detenidos en su trayecto, como afirma que ocurrió.
Pobreza significativa
Óscar Ayala, de la fundación Tierraviva, señaló que los indígenas, que equivalen a aproximadamente el 1,7 por ciento de la población total de Paraguay, siguen siendo el sector “en condiciones de pobreza más significativa”, víctimas de “un conjunto” de violaciones a sus derechos humanos entre los que citó la falta de acceso a tierras o la falta de seguridad jurídica sobre los territorios que ya ocupan, además de un bajo índice de escolarización.
Calificó de “terriblemente pobres” las medidas tomadas por el Gobierno para dar solución a esos problemas, y urgió una reforma completa del Instituto Paraguayo del Indígena.
Según sus estimaciones, en Paraguay habría actualmente alrededor de 125.000 personas que se identifican con alguna de las 19 etnias originarias distribuidas en cerca de 650 comunidades en todo el territorio paraguayo.