Sequía extrema del Pilcomayo impide su escurrimiento hasta General Díaz

El río Pilcomayo se encuentra en su nivel mínimo de escurrimiento. Resultado de este fenómeno es que el caudal de agua dejó de llegar al fortín Gral. Díaz. El líquido llega hasta el poblado de Magariños y allí termina su recorrido. Maquinaria de la comisión nacional trabaja en la embocadura.

El canal sigue operativo, pero el bajo caudal del Pilcomayo dificulta su ingreso. Maquinaria trabaja en la embocadura.
El canal sigue operativo, pero el bajo caudal del Pilcomayo dificulta su ingreso. Maquinaria trabaja en la embocadura.

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El Pilcomayo enfrenta una sequía extrema, como resultado de la falta de lluvias en las montañas bolivianas. Aunque el invierno coincide con la temporada de menor disponibilidad de agua, la sequía en el presente año se siente con intensidad.

La embocadura del canal paraguayo funciona en la captación de agua, pero el escaso caudal tiene que distribuirse con Argentina, de allí que el ingreso a nuestro territorio se resiente.

En este momento, el Pilcomayo dejó de regar Gral. Díaz, en el departamento de Presidente Hayes.

Los cauces que rodean al fortín se encuentran secos y los pobladores se ven obligados a utilizar pozos de agua, muchas veces salinos.

En el esteral que rodea a Gral. Díaz quedan algunos remanentes de agua así como pequeños bolsones en el cauce que llega hasta el lugar.

Aguas del Pilcomayo se detienen en Magariños

Las aguas del Pilcomayo llegan hasta el poblado de Magariños, ubicado a unos 200 kilómetros de la embocadura del río.

En Magariños se detiene y luego, camino a Gral. Díaz, solo quedan pequeños remanentes de agua en donde se agrupa la fauna silvestre en procura de sobrevivir.

Puente en Gral. Díaz. El Pilcomayo dejó de regar el fortín a causa de la sequía extrema.
Puente en Gral. Díaz. El Pilcomayo dejó de regar el fortín a causa de la sequía extrema.

Los pobladores de Magariños comenzaron la preparación de pozos ante el temor de que las aguas dejen de ingresar hasta el lugar.

Todavía tienen muy fresca en la memoria la sequía que hubo hace cuatro años, oportunidad en que el Pilcomayo dejó de ingresar completamente; sucedió al final del mandato de Horacio Cartes, siendo ministro de Obras Públicas Ramón Jiménez Gaona.

Intensifican trabajos

En procura de paliar dicha situación, la Comisión Nacional del Pilcomayo concentró maquinaria en el sector de la embocadura del canal paraguayo del afluente.

El equipo vial, sobre todo la excavadora anfibia, es puesto a trabajar en forma intensa para mantener abierta la boca del canal.

A esto se suma el esfuerzo en bajar el nivel de la embocadura para captar la mayor cantidad posible de agua, ya de por sí escasa.

Equipo vial trabaja en la mejora de caminos en los alrededores del fortín Gral. Díaz, procurando evitar que se conviertan en talcales.
Equipo vial trabaja en la mejora de caminos en los alrededores del fortín Gral. Díaz, procurando evitar que se conviertan en talcales.

El canal argentino soporta el mismo problema, como resultado de la sequía.

El objetivo es que el agua que ingresa pueda dar impulso a la correntada y así lograr que Gral. Díaz vuelva a tener al río.

El ingeniero Arturo Niedhammer, director de la Comisión Nacional del Pilcomayo, explicó que “el caudal del río se encuentra en su mínimo nivel. Las aguas disponibles tenemos que compartir con Argentina, pero la sequía golpea por igual a ambos países”.

Agregó que “la maquinaria disponible fue concentrada en la embocadura. Tenemos que sacar los sedimentos para mantener libre la entrada y al mismo tiempo buscamos bajar el nivel para que el río fluya con mayor facilidad”.

Sobre el funcionamiento del canal paraguayo manifestó que “está funcionando bien, prueba de ello es que el agua llega hasta Magariños, a unos 200 kilómetros de la embocadura. El tema es la falta de lluvias tanto en Bolivia como en la región”.

Caudal ecológico

El caudal actual del río Pilcomayo es denominado ecológico y tiene como finalidad alimentar a la fauna silvestre, para evitar el drama causado por la mortandad a gran escala.

El empeño es que la fauna pueda tener agua suficiente para subsistir en la seca.

El drama de las represas sigue

El drama generado por las represas sigue vigente: al sur de Gral. Díaz, el cauce del río Montelindo está cortado por una sucesión de diques.

El río Montelindo se alimenta con el Pilcomayo y lleva las aguas hasta fortín Caballero.

En este momento, el río dejó de escurrirse hasta Gral. Díaz y al sur se tienen las represas.

El Mades sigue sin actuar.

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