Cargando...
El conflicto se originó debido a que Fepasa concesionó la administración de la estación Encarnación al consorcio Itapúa Logística, sin la participación de la representante de la prestadora del servicio y propietaria del tren, que es la compañía “Casimiro Zbikoski S.A.”, sostuvo el representante legal de ésta, Juan Ángel Cabrera.
De hecho, operan dos boleterías, una de ellas a cargo de la empresa habilitada en forma unilateral por Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), y la otra habilitada por “Casimiro Zbikoski S.A.”, dueña del transporte.
La concesionaria del servicio y propietaria del ferrocarril, “Don Casimiro”, no tuvo participación ni fue consultada en este tema y, obviamente, los boletos vendidos por Itapúa Logística no tienen validez, refirió el abogado Cabrera.
Lea más: Se reinicia circuito de transporte por ferrocarril Posadas-Encarnación
El letrado cuestionó la total irregularidad de la situación en que una empresa es la propietaria del tren y la que presta el servicio, pero una empresa extraña es la que cobra y se queda con la totalidad del importe del pasaje. “Hasta tanto no se resuelva esta situación no vamos a transportar a las personas que compren sus boletos de Itapúa Logística,” afirmó.
“Esto es como que una línea aérea pone un servicio de transporte de pasajeros, pero la Dinac es quien vende y cobra el pasaje”, puntualizó.
El representante legal cuestionó además la acción de Fepasa, que literalmente se apropió de las instalaciones de la estación construida por la empresa “Casimiro Zbikoski S.A.” y la reinstaló en su nuevo lugar de emplazamiento.
“La nueva estación fue montada con nuestros materiales, que fueron levantados sin siquiera comunicarnos y entregados a la empresa a la que fue adjudicada su administración”, señaló.
Lea más: Fepasa afirman que siguen insistiendo con el tren de cercanías
Confusión y reclamos
El consorcio Itapúa Logística, que tiene la administración de la estación, a su vez, tercerizó la venta de pasajes a través de la empresa Cabal Paraguay. Esta compañía instaló un sistema de control con molinetes en los puntos de acceso y salida a la estación, dotados de lectores QR.
Para acceder hasta la plataforma y abordar el tren, los usuarios deben hacerlo a través de unos molinetes que solamente pueden ser activados con las boletas expedidas por Itapúa Logística, que contienen dicho código QR.
La transportadora Don Casimiro, dueña del ferrocarril, no reconoce los boletos vendidos por Cabal Paraguay y no permite que los usuarios aborden el tren. Entretanto, las personas que no cuentan con los boletos con el código QR que expide Cabal no pueden transponer los molinetes instalados en los puntos de entrada y salida a la estación y acceder hasta el tren.
La situación generó confusión y protestas en el primer día de operaciones del ferrocarril. Los pasajeros que compraron sus boletos en la ventanilla de Cabal no pudieron viajar porque no les reconocen los pasajes y los que adquirieron sus boletos de la compañía “Casimiro Zbikoski S.A.” no pudieron acceder a la estación de pasajeros porque se lo impiden los de Itapúa Logística.
Mucha gente que llegó con intenciones de viajar a Posadas se tuvo que retirar del lugar en medio de protestas, tras exigir la devolución de su dinero. El pasaje tiene un costo de G. 18.000.
Por lo pronto, el tren continúa sus operaciones, pero solo con pasajeros que vienen desde Posadas hasta Encarnación, y regresa vacío a su estación base.
Fepasa, en el foco de la tormenta
El representante de la empresa Cabal, Juan Almada, concesionaria de Itapúa Logística, sostuvo que ante la situación planteada devolvieron el dinero por los pasajes vendidos y suspendieron la venta de boletos a la espera de que las autoridades de Fepasa resuelvan el problema.
Durante la rehabilitación del servicio internacional, el lunes, consultamos con el presidente de Fepasa, Lauro Ramírez, respecto de los cuestionamientos que ya se veían venir por parte de la empresa “Casimiro Zbikoski S.A.” por la adjudicación de la administración de la estación y venta de pasajes a una empresa extraña a la prestadora del servicio.
Ramírez sostuvo que Fepasa, dentro de sus atribuciones, concesionó la administración y operación de la estación a una empresa privada y que eso se hizo a través de un llamado a licitación. Respecto a la queja de “Casimiro Zbikoski S.A.” sostuvo que son cuestiones administrativas en las que están trabajando.