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En comunicación con ABC Cardinal este jueves, el director interino de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, René Alvarenga, habló de la situación del ex dirigente deportivo luqueño Ramón González Daher (condenado por usura y lavado de dinero) y su hijo Fernando González Karjallo (sentenciado por lavado de activos), que ingresaron ayer a prisión para cumplir condenas de 15 y cinco años de prisión, respectivamente.
En horas de la tarde del miércoles, González Daher y González Karjallo se convirtieron en los presos 2.806 y 2.807 de la Penitenciaría de Tacumbú al ingresar al sector de Admisión Alta del penal, donde pasaron las primeras horas de sus condenas y permanecerán por entre 10 y 15 días, explicó Alvarenga.
El director interino de Tacumbú explicó que la estadía en Admisión forma parte de un “proceso de adaptación al sistema penitenciario” que se aplica a todas las personas que ingresan a un penal del sistema penitenciario paraguayo por primera vez.
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Mientras el usurero luqueño y su hijo permanecen en Admisión Alta –espacio que ayer compartieron con otras cinco personas–, Inteligencia Penitenciaria del Ministerio de Justicia analizará en qué pabellones deberán cumplir sus condenas, evaluando su estado de salud y verificando que no existan amenazas ni riesgo a su integridad física, agregó Alvarenga.
En caso de que se determine que existe riesgo para las personas privadas de su libertad, se podría solicitar su traslado a otro penal, explicó.
¿Pabellón de tercera edad?
Alvarenga señaló que existe un pabellón designado para personas de la tercera edad, al que -en teoría- González Daher podría ser remitido si así lo decide el Ministerio de Justicia.
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El director de Tacumbú insistió en que “no existe ningún privilegio” en el penal y que “tenemos a todas las personas privadas de su libertad de la misma forma”, afirmando que solo se hacen distinciones en casos de riesgos para la seguridad de los prisioneros, que entonces son aislados de la población general.
Señaló que Tacumbú alberga a más de 2.800 personas privadas de su libertad, por lo que “nos es difícil mantener personas solas en una celda”, y afirmó que actualmente “no tenemos gente que goce del privilegio de tener una celda para sí solos”.
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Alvarenga dijo que González Daher y González Karjallo no solicitaron ningún tipo de privilegio y acataron todas las órdenes de los agentes penitenciarios.
“Han actuado como cualquier otro interno; solo preguntaron si su abogado podía venir a visitarles y el horario de visita de familiares”, relató, explicando que, como el resto de las personas privadas de su libertad, solo podrán recibir visitas dentro de los días y horarios establecidos para ese propósito y solo su abogado tendrá acceso libre a ellos.
Cena por “delivery”
Alvarenga comentó que, si bien la cena preparada ayer en Tacumbú fue un guiso de pollo, González Daher fue autorizado a pedir “una comida especial” debido a su cuadro de diabetes, “por ser un nuevo interno y porque dijo que no consumió alimento antes”.
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Afirmó que se revisó el nivel de azúcar en sangre del preso y se le permitió hacer, a través de los agentes penitenciarios, un pedido de “delivery”, aunque Alvarenga no supo precisar en qué consistió.
“Hay personas que solicitan. Hacemos la revisión de su estado (de salud) y se solicita a la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios si se les puede ingresar comida o que ellos puedan preparar adentro, esa ventaja se les puede dar”, explicó Alvarenga.