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El tradicional vito de dinero que se realizaba cada 7 de setiembre, víspera de la Natividad de la Virgen María, desde la torre del campanario de la iglesia parroquial de Guarambaré, este año se cumplió en la plazoleta ubicada frente al templo y con participación de un reducido grupo de niños.
Responsables de la parroquia ratificaron que ya no permitirán que el ritual se lleve a cabo desde la torre del templo. Un grupo de feligreses apoya la determinación del párroco, presbítero Marcos Wilk, mientras promeseros y pobladores antiguos la reprochan. Varias manifestaciones realizaron durante semanas para expresar su repudio a la decisión, pero el cura no cambió su postura.
El párroco argumento que el vito de dinero fomenta la violencia y los niños salen lastimados. Aseguró que ya no se permitirá la práctica desde el campanario del templo, pero que los promeseros pueden cumplir la actividad en otro lugar.
La determinación del sacerdote fue refrendada por el obispo de la diócesis de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, quien también afirmó que el vito atenta contra la dignidad de los niños.
Sin embargo los promeseros y defensores del vito calificaron como un atropelló la determinación de prohibir este rito desde la torre del campanario. Aseguraron que es una tradición de más de cien años y que nunca nadie salió lastimado.
“Esto es una tradición y no se puede prohibir hacer desde la terraza. Además, fueron nuestros abuelos y padres quienes construyeron el templo, y era justamente para realizar el vito. Ahora viene el padre a prohibir, es lamentable esta determinación”, expresó el promesero Derlis Bobadilla.
Sin embargo, el fray Cristhian Riquelme, vocero de la parroquia de Guarambaré, fue categórico al afirmar que el vito ya no se realizará desde la torre del templo e instó a los fieles a preparar alimentos o entregar el dinero en sobres a los más carenciados.