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El pasado viernes, la mejor egresada de la carrera de Medicina de la UNA, Giuliana Cattivelli dio un discurso que sorprendió a todo el auditorio e incluso se hizo viral rápidamente por sus declaraciones en las que condenó las “condiciones insanas” de las residencias.
Además, se refirió a la corrupción y calificó a la Facultad de Medicina de ser “una sucesión de opresores y oprimidos”, además observar el déficit del sistema de salud por culpa de los “viejos conocidos de la marea roja”, entre otros factores.
Al respecto, el Círculo Paraguayo de Médicos, a través de su presidente, el doctor Jorge Rodas, señaló que acompaña las manifestaciones que la joven profesional ha realizado en cuanto a las residencias médicas, así como a los programas de especializaciones médicas vigentes en nuestro país, “entendido esto como un componente sustancial de la formación de posgrado de los médicos egresados de la carrera”.
Rodas indica que “la formación de una especialización, correspondiente a un programa de posgrado de las diferentes disciplinas de la medicina, regulada por la normativa del órgano rector del Cones (Consejo Nacional de Educación Superior) también de la Conarem (Comisión Nacional de Residencias Médicas) requiere en este momento de una supervisión constante, al igual que todas las especializaciones, por parte de un profesional docente con capacidad y competencia. Me refiero a las unidades formadoras donde llevan adelante su programa de especialización”.
Agregó que la supervisión debe estar orientada al cumplimiento de los fines establecidos en el programa aplicado en cada unidad formadora, que en este caso son los diferentes centros asistenciales.
Por otra parte, manifestó que también se debería tener como programa la constante supervisión del órgano contralor de la educación superior, si el programa habilitado para una especialidad se está implementando en un establecimiento con infraestructura y supervisión, “es decir, para conseguir las competencias diseñadas en un programa, debe considerarse la infraestructura de la unidad formadora y los docentes o los que fungen de docentes en este caso de los que están cursando la especialización”.
“El Cones no cumple en controlar”
El presidente del Círculo Paraguayo de Médicos también hizo referencia a una preocupación por parte del gremio, con respecto a “la debilidad de que el órgano contralor, el Cones, no cumple esta tarea de controlar, en este caso el desarrollo de los diferentes programas”.
El médico explica que -si bien está implementado por una universidad- precisamente cuando hay debilidades, debería ser el Cones el responsable del control y -eventualmente como ocurre en las carreras de grado- llegar al punto de intervenir cuando se desarrollan sin las condiciones mínimas para la formación de un especialista.
“Evidentes falencias en el sistema”
Desde el año 2021, el Círculo Paraguayo de Médicos realiza acciones ante los diferentes órganos rectores con el objetivo de optimizar las condiciones de formación de grado de los futuros médicos, “ante las evidentes falencias que el sistema denota, desde la habilitación de carreras sin considerar los criterios mínimos para la formación de grado adecuado”, manifestó el titular del gremio.
Añadió que este año el Círculo ha orientado sus gestiones a los programas de posgrado, identificando falencias aún más relevantes en la formación de especialistas con residencias médicas en desarrollo en las unidades formadoras que en este caso son los centros hospitalarios, establecimientos de salud.
“Esto implica médicos en formación prestando asistencia médica sin la supervisión de un tutor o responsable docente de esa formación, entre otras muchas irregularidades que afectan, tanto al profesional en formación, como a la población que acude en este caso para ser atendida en el servicio médico”, sentenció.