Cargando...
El cardenal Adalberto Martínez ofició su segunda celebración eucarística el domingo, pero esta vez en la parroquia San Ramón Nonato de la compañía Laurelty de este distrito, como culminación de la fiesta patronal en honor al santo patrono de esta comunidad.
La celebración comenzó a las 19:00 y participaron 700 personas aproximadamente.
El religioso estuvo fuertemente custodiado por ocho policías que fungen de guardaespaldas. También agentes de diferentes comisarías y del Grupo Lince estuvieron a cargo del tránsito sobre el tramo Capitán Insfrán que une a las ciudades de Luque y San Lorenzo.
En la ocasión, el monseñor reflexionó sobre las lecturas bíblicas instando a los padres a dialogar constantemente con sus hijos e incluso a aprender de los mismos. También invitó a todos a “hacer guerra contra la corrupción, contra el mal (…) contra la violencia, los abusos” que infestaron varios sectores.
Además, recordó el momento de su consagración como el primer cardenal paraguayo en el Vaticano, en Roma.
“El santo padre cuando me dio el birrete cardenalicio y el anillo me dijo: este es un homenaje para Paraguay. Y me preguntó si le traje la chipa y en ese momento no podía entregarle la chipa por el anillo (risas). Después me dijo que recuerde que la más gloriosa de América es la mujer paraguaya”, aseguró.
Lea más: Lo que dijo Adalberto Martínez en su primera homilía como cardenal
En su mensaje final, monseñor Martínez, instó a todas las autoridades a combatir la desnutrición con educación, salud y trabajo. Pidió que los miles de casos de desnutrición sean atendidos por las instituciones competentes. También solicitó que se impulsen proyectos para la creación de centros de rehabilitación para las personas sumergidas en vicios, especialmente en las drogas.
“Hay muchos que quieren salir pero las adicciones son tan fuertes y como es una enfermedad, y hay también ofertas de drogas de inescrupulosos que negocian con la sangre de los demás, especialmente de los jóvenes y niños a quienes envenena con estas drogas sintéticas. Las autoridades deberían también tener en cuenta este fenómeno que está arrasando con muchos de nuestros jóvenes para tener centros de rehabilitación y desintoxicación”, dijo Martínez.