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El 24 de junio pasado, el pequeño José Miguel Ozuna, más conocido como “Peño”, salió de su casa del barrio Republicano de Asunción. De acuerdo a los datos aportados por la familia, es un niño que solía escaparse de su vivienda pero luego los conocidos lo traían nuevamente sano y salvo.
La desesperación por encontrarlo es más aún al considerar que requiere de un medicamento para controlar sus crisis de epilepsia.
La máxima información que se pudo obtener acerca de él, minutos después de su salida de la vivienda, es que caminó por varias calles, pero luego su rastro se pierde. La Fiscalía accedió a imágenes de circuito cerrado, pero no son suficientes, pues cuando sale de foco ya no se sabe nada de él.
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En un primer momento, la fiscala Fátima Girala actuó y ordenó con la Policía Nacional un intenso rastrillaje, no solo en el Bañado Sur, sino también por la Costanera.
Se lo buscó incluso con ayuda de la Armada en la bahía de Asunción, en el río Paraguay, pero los procedimientos fueron infructuosos.
Además se hicieron operativos por los barrios aledaños para preguntar si lo vieron, si se encontraba escondido o bajo resguardo en alguna casa. Pero tampoco se obtuvo información certera.
A principios de este mes, varios allegados a Peño protestaron porque no se registraban novedades. Consideran que se puede hacer más y que dos meses ya es mucho tiempo.
En contacto con ABC, la agente fiscal Fátima Girala confirmó que sigue un equipo interinstitucional pendiente de su hallazgo y de recibir datos sobre él. También reiteró que hasta ahora la única imputada y por violación del deber del cuidado, es la madre. Ella permanece con libertad ambulatoria.
Caso similar y no muy lejano
Otra situación que también tiene en vilo a muchos es el de la niña de Emboscada, quien está desaparecida pero desde el 2020. La pequeña estaba en su vivienda y misteriosamente desapareció. En circunstancias muy poco claras y con familiares que fueron apuntados como sospechosos, la trama sigue en la nebulosa y sin pistas sobre su paradero.
La justicia llegó a procesar tanto a la madre como a su padrastro, por varios delitos entre ellos violación del deber al cuidado y en el caso del hombre, por pornografía infantil.
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