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Un comparativo entre las causas que involucran al expresidente Horacio Cartes, declarado “significativamente corrupto” por los EE.UU, por un lado, y al exministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, por el otro, evidencia la selectividad de la Fiscalía para realizar sus investigaciones. En el caso del exmandatario existen denuncias documentadas desde el año 2019 y ninguna tuvo avance de consideración.
En el proceso contra Giuzzio, sin embargo, el Ministerio Público no paró de realizar diligencias para conseguir la imputación en menos de siete meses, según la serie de documentos a la que accedió ABC (ver infografía).
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La documentación sobre el proceso contra Giuzzio muestra que la fiscalía abrió el 18 de febrero pasado la investigación contra “personas innominadas s/ asociación criminal y otros”, veinte días después, de que el exministro presentase una denuncia contra Cartes.
Fue también luego de tres días de la puesta en marcha de la operación Turf, en la cual los principales objetivos eran Marcus Vinicius Espíndola (capturado en el Brasil) y Lindomar Reges Furtado (prófugo).
En principio, la investigación de Giuzzio estaba a cargo de dos fiscales: Alicia Sapriza y Federico Delfino. El equipo se amplió el 22 de febrero con Osmar Legal y Lorenzo Lezcano (exministro del Interior y de Inteligencia de Cartes). Este, nueve meses antes estaba al tanto de datos concretos sobre Lindomar como parte de la red liderada por Sebastián Marset (prófugo).
Lezcano tenía esa información mediante reportes del Comando Tripartito en marco del operativo Smart. Al fiscal, incluso, se le solicitaron diligencias para profundizar las pesquisas, pero no existen registros de ese trabajo.
Lo cierto es que Lindomar logró huir en las narices de la comitiva fiscal-policial cuando comenzó la operación Turf.
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El 15 de marzo pasado, menos de un mes después de la apertura de la causa contra “personas innominadas”, pero siendo siempre Giuzzio el objetivo –según la documentación– la fiscalía intensifica su tarea investigativa al solicitar la cooperación del Brasil. A este pedido se tiene respuesta el 6 de mayo último cuando se reciben capturas de mensajes encontrados en celulares del capturado Espíndola.
Estos materiales para la fiscalía fueron suficientes para la imputación de Giuzzio, el 12 de agosto último.
Un punto llamativo es que pruebas similares fueron remitidas en 2019 por la Fiscalía del Brasil contra Cartes cuando se solicitaba su detención en marco del Lava Jato. El expresidente aparecía ayudando a su “hermano del alma”, Darío Messer (cumple en Brasil una condena de 13 años por lavado) cuando este se encontraba prófugo.
Con el transcurrir de los años se sumaron más denuncias y evidencias contra el exmandatario como ser fulminantes reportes de inteligencia de la Seprelad, en los cuales se lo vinculaba en un esquema presumiblemente dedicado al lavado de dinero, proveniente del contrabando de cigarrillos. Sin embargo, ninguna tuvo ni por asomo la misma celeridad del proceso contra Giuzzio.