Perdieron todo tras tornado en San Joaquín

Los pobladores de la compañía Olla Rugua de San Joaquín se quedaron con la ropa puesta y pasaron la noche en vela tras el tornado que azotó la ciudad ayer de tarde. Hasta ahora solo recibieron promesas de las autoridades de la zona.

Varias familias de la compañía Olla Rugua de San Joaquín perdieron todas sus pertenencias tras el paso del tornado.
Varias familias de la compañía Olla Rugua de San Joaquín perdieron todas sus pertenencias tras el paso del tornado.Víctor Daniel Barrera

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Octavio Quiñónez, uno de los afectados por el tornado registrado ayer en San Joaquín, dijo que en un segundo se quedó en la calle, que pasó la noche mojado y bajo la lluvia y hasta ahora ninguna autoridad se acercó hasta la zona para poder brindarles asistencia de manera inmediata.

“En un segundo ocurrió todo y ya nos quedamos así sin nada. En estos momentos es cuando los políticos pueden llegar junto a nosotros; cuando están en campaña no les importa lluvia o viento para venir a aplaudir en nuestras casas para pedir votos y nosotros ayer pasamos en la calle y nadie vino a darnos asistencia”, lamentó don Octavio Quiñónez, quien perdió su vivienda y todos sus enseres, pues estaban en el paso del tornado.

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Unas 4.000 personas de la compañía Olla Rugua, distante a 17 kilómetros del casco urbano de San Joaquín, estuvieron en el epicentro del tornado que se abatió sobre la ciudad ayer de tarde. Durante el fenómeno climático, cinco personas quedaron heridas y centenares de viviendas desplomadas.

Los lugareños se quedaron con la ropa puesta, pero aún no reciben ayuda de las autoridades.
Los lugareños se quedaron con la ropa puesta, pero aún no reciben ayuda de las autoridades.

El paso del tornado dejó desolación, pues, a más de paredes y techos destruidos, varios animales menores murieron, lo que significó una millonaria pérdida para los sacrificados pobladores, quienes en su mayoría se dedican a la agricultura a pequeña escala.

“Mi esposa estaba entre los heridos porque nuestra casa cayó y el material la golpeó. Perdimos todo, se nos murió nuestro chanchito, las gallinas y otros animales. Estamos en la calle, no tenemos nada y nadie aparece para ayudarnos”, dijo don Ignacio Quiñónez, mirando con desolación las ruinas en que quedó su casa.

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