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Monseñor Ricardo Valenzuela expresó en su homilía que el evangelio de este domingo forma parte de las enseñanzas de Jesús que van dirigidas a sus discípulos y, así también, mencionó que es muy importante tener en cuenta que para llegar al objetivo que tiene nuestro Señor para nosotros debemos seguir sus leyes.
Manifestó que no debemos dejarnos llevar por la división y dijo: “Debemos ver la paz y la unidad que Dios nos vino a traer”.
Expresó que nuestro Señor ha venido a traer la paz y la unidad que conducen a la vida eterna: “Él mismo nos permite elegir tomar nuestras propias decisiones; cada uno elige el bien o el mal”.
Así también, señaló que no nos debemos dejar llevar por la división que puede ocurrir en las familias, en los grupos, en los equipos y en la religión.
El obispo mencionó que es muy importante que trabajemos por la paz: “Es necesario luchar con fuerza por la paz, por el bien de cada persona; trabajar por la paz es algo que nos dará felicidad”.
Agregó: “Seamos esos mensajeros con semblante luminoso que hablan claramente de un propósito, que es trabajar por la paz. Luchen con el ejemplo y con la palabra para conseguir la unidad”.
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Monseñor también señaló que cada vez que ve las noticias nacionales e internacionales piensa que nuestro inicio de siglo es parecido a las épocas de San Francisco de Asís, con todos los problemas de hoy en día, como ataques, amenazas, violaciones y guerras.
Lamentó el panorama tan desolador que se vive en la actualidad y así también habló sobre el libertinaje que viven hoy en día muchos jóvenes: “Vemos a nuestros jóvenes entregados al placer y las drogas; vemos la libertad convertida en libertinaje”.
El obispo dijo que el materialismo sin Dios transforma a las personas en cosas: “Ante este panorama, anhelamos fervientemente un mundo mejor, un país mejor”. Agregó: “Deseamos que saquen para siempre la maldad de sus vidas y que haya paz en el corazón de los hombres”.
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Monseñor expresó que anhela que se respeten las enseñanzas de Cristo nuestro Señor Jesús y durante su homilía también pidió que brillen la justicia y el respeto en nuestro país, pero para que esto se cumpla necesitamos de un espíritu firme y para eso nos tenemos que fortalecer con la gracia de nuestro Señor.
“Debemos empaparnos del espíritu cristiano y vivirlo íntegramente, solo así se logrará la verdadera paz”, indicó el obispo.
Igualmente, resaltó que para ser un instrumento de paz en este mundo debemos orar con insistencia: “La paz es un don de Dios y hay que pedirlo”.
Finalmente, instó a unirse para el bien y pidió que estudien las enseñanzas de nuestro Señor: “Trabajen por la paz en los diversos ambientes a donde vayan”. Recalcó que debemos quitar de raíz todo tipo de miseria y la corrupción que destruye todo. El obispo finalizó resaltando: “Instauren la paz en el alma y en el corazón. Háganlo hoy mismo”.