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Para tener una posición negociadora favorable para el Paraguay en la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú en el 2023, el Gobierno tendría que haber logrado mantener la tarifa de Itaipú del 2022 en US$ 22,6 kW-mes, pero se retrocedió y se bajó a US$ 20,75 kW-mes, un precio intermedio entre lo que proponía nuestro país y lo que pedía su socio en la binacional. Así lo analiza el Dr. Victorio Oxilia, exsecretario general de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), profesor e investigador de energía por la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción.
Ante este nuevo escenario, propone no permitir que dicha tarifa siga bajando más en la negociación del precio para el 2023. “Tendríamos que obligar al Brasil a negociar las compensaciones por cesión, respetando el principio de dar para recibir, que se utiliza en la diplomacia y que es algo que no se dio en este tema”, criticó. Al respecto, dijo que lo que se hizo fue consentir una tarifa más baja pero sin recibir más compensación.
“El problema no es bajar la tarifa, el problema es bajar el costo de nuestra energía sin pedir mayor compensación”, manifestó. Es decir, la postura de mantener la tarifa sirve para poder negociar.
“Si Brasil quiere bajar en el 2023 a US$ 15 kW-mes, vamos a bajar, pero también a decirles que a cambio queremos una compensación por los beneficios que se van a generar para ellos”, dijo.
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Oxilia reiteró que no habría ningún problema en disminuir el precio, toda vez que el gobierno brasileño diga “aquí les firmamos un cheque en concepto de compensación por cesión de energía que equivalga al beneficio adicional que se lleve ENBPar (Empresa Brasileira de Participações em Energia Nuclear e Binacional), que son unos US$ 900 millones”.
¿Distribución equitativa?
El problema que se plantea en este tema es en la distribución equitativa de beneficios, que constituye el espíritu del Tratado de Itaipú, expresó el experto.
Explicó que si con la tarifa acordada, se genera una reducción de US$ 280 millones, al dividir en mitad y mitad, tendrían que ser US$ 140 millones en beneficios teóricos para Paraguay y US$ 140 millones teóricos para Brasil, en las facturas anuales tanto de ANDE como de ENBPar. Pero como para la ANDE, por su consumo, solo representa US$ 40 millones menos, la pregunta es dónde están esos US$ 100 millones menos que no están en la factura de ANDE. “Están evidentemente en la reducción de la factura de ENBPar, la empresa que sustituye a Eletrobras. Es decir, US$ 100 millones le estamos regalando a ENBPar, porque es nuestra energía la que estamos cediendo. ¿Cómo podíamos haber recibido una compensación por eso? Podíamos haber pedido un incremento en la compensación por la cesión de energía”, reiteró de forma didáctica.
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Gastos sociales
Sobre los US$ 80 millones en gastos socioambientales, el Dr. Oxilia resaltó que este es un gasto que existe en el presupuesto de Itaipú hace por al menos 20 años, es decir no hay nada nuevo en eso, ni es un logro.
No se dice nada del 2023
No se dice nada de qué va a pasar en el 2023, observó Oxilia, cuando ya se tiene que estar discutiendo el presupuesto 2023 y se sabe que el componente de la deuda va a bajar aún más. “Estoy seguro de que los brasileños ya han pensado en qué van a hacer, y seguro ya hay alguna propuesta en la mesa y decisión al respecto, pero tampoco sabemos”, cuestionó. Criticó además que nada se dijo sobre cuánto recibirá Brasil para el fortalecimiento de su sector eléctrico.