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La reliquia de San Juan Pablo II corresponde a una ampolla de vidrio que contiene la sangre de Karol Wojtyla, es por esa razón, que es considerada una reliquia de primer grado. Esto forma parte de su cuerpo por lo que muchos fieles y visitantes llegaron hasta el santuario de Caacupé para venerarlo este miércoles.
La ampolla de sangre de San Juan Pablo II está dentro de un libro donde se puede visualizar lo que fue la vida del santo de la iglesia católica. Esta reliquia es considerada y reconocida como una obra de arte.
Los fieles acudieron hoy al santuario desde tempranas horas, y manifestaron que sienten mucha paz al acercarse, y poder sentir cerca a San Juan Pablo II.
La iglesia siempre ha tratado la reliquia de los santos de una forma especial, venerándola y exponiéndola para el beneficio de todos los fieles.
San Juan Pablo II es recordado, admirado y venerado por muchas personas, porque motivó a defender los derechos, a honrar nuestra fé y dio esperanza a los pobres.
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Monseñor Ricardo Valenzuela, al inicio de su homilía recordó el día de San Lorenzo, patrono protector de Altos, y saludando a todos los alteños por este día.
Mencionó que se encuentra muy emocionado al tener la reliquia hoy en el santuario, y recordó su experiencia con Juan Pablo II. Dijo que siente una gran emoción y rememoró que un 6 de enero del año 1994 a las 9:00, fue ordenado obispo junto con otros 12, de manos de San Juan Pablo II. Aseguró que ese día fue inolvidable para el. Expresó que ese momento fue muy grato, y señaló que lo que siempre le impresionaba del papa era su actitud ante el santísimo en la oración. Dijo que es increíble la presencia de Dios en un hombre, y eso nunca se olvida.
Manifestó que tres años antes de su muerte tuvo el privilegio tener una charla muy personal con Juan Pablo II. Expresó que sentía que era la última visita, le pidió la bendición y le dio un abrazo.
Indicó que hoy en día siente un peso muy grande, porque fue ordenado por un santo ser obispo, y por ello tiene la obligación de portarse bien.
Durante su homilía el obispo expresó que debemos seguir lo que nos indica nuestro señor Jesucristo. Dijo que solo con la fé podremos alcanzar la gracia de Dios.
Así también indicó que debemos mantenernos fuertes como lo era San Juan Pablo II, siendo que el nunca se rindió y nosotros debemos tener la fortaleza física y espiritual como la tuvo él.
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