Cargando...
La basílica menor de Caacupé es el santuario más imponente e importante del país y por tal privilegio debe ser respetado en su estructura y no someterla a permanentes cambios en su fisonomía arquitectónica. El 21 de febrero de 1940, el arquitecto Miguelangel Alfaro entregaba al entonces arzobispo Juan Sinforiano Bogarín el proyecto final del edificio que contemplaba la fachada y plata general que se desplazaba sobre la actual plaza. Sin embargo, a lo largo de los años, sufrió varios cambios, y sigue ese atropello, con construcciones desagradan a los peregrinos. Actualmente, están edificando una caseta de material en uno de los costados, que cambiará totalmente la fachada actual.
El Arq. Eduardo Alfaro Riera, quien conoce a profundidad el diseño original de la basílica, porque su abuelo el Arq. Miguelangel Alfaro, fue el que creó el anteproyecto del diseño original lamentó el nuevo atropello, que calificó como una “barbaridad”.
Explicó que la obra que están ejecutando en la basílica menor, significará un cambio drástico sin fundamento. Agregó que las necesidades que dicen tener (proteger los equipos de sonido) no justifican para hacer agregados. Asegura que están destruyendo lo poco y lo lindo que quedaba de la fachada del santuario.
Resaltó que defiende la historia y la estructura de la Basílica de Caacupé, porque su abuelo el arquitecto Miguelangel Alfaro, el que realizó el proyecto artístico. Por ello afirma que el proyecto original de la basílica era pura como la Virgen y así se debió de haber mantenido. No dudó en afirmar, que la modificación que están realizando es un “sacrilegio”.
Relató que el 21 de febrero de 1940, el arquitecto Alfaro entregó el proyecto definitivo de la basílica en ese entonces a monseñor Juan Sinforiano Bogarín y a monseñor Aníbal Mena Porta, quienes realizaron la gestiones para que en aquella época se inicie la obra.
Alfaro Riera relató que en 1941 había comenzado el trabajo, y el 25 de julio de 1962, el proyectista inscribió su obra en el “Registro de la propiedad intelectual”. Agregó que de igual manera la iglesia no respetó y se mutiló sin ningún criterio la maravillosa obra de arte y hoy el edificio ya no tiene el diseño como antes.
Mencionó que “nuestra Madre la Virgen María merece una casa digna y por ello, se debería de mantener y respetar el diseño original”.
El arquitecto considera que cometieron un gran error al convertir parte del santuario como una mezquita árabe y dijo que están faltando el respeto al pueblo paraguayo. “Debieron haber llamado a consenso del pueblo paraguayo, antes de realizar esa obra”.
Aseguró que los encargados de la construcción, no tienen la potestad de tocar sin un visto bueno de los fieles, por ejemplo: “No pueden poner un bonete a una basílica menor”.
Alfaro Riera se mostró en desacuerdo con que una vez más estén ejecutando una construcción, como la cabina de sonido, que cambiará de nuevo el diseño del santuario. Agregó que una obra de arte como es la basílica de Caacupé, es un patrimonio del pueblo, y aseguró que desde el momento en que toca, ya se convierte en algo híbrido.
Según el urbanista, un proyecto sea cual fuere, aunque sea el proyecto actual, se debe respetar y meditar muy bien antes de tocarlo; hacer las consultas para no introducir mejoras a las apuradas.
Así también señaló que con este tipo de construcciones lo único que hacen es destruir la armonía de la basílica, lo poco que tenía para convertirse en algo que es una mezcla, como un popurrí de construcciones.
Lea más: Ejecutan mejoras en la Basílica de Caacupé
Versión del rector
Por su parte, el Pbro. José Benítez, rector del santuario, indicó que no están haciendo nada malo y agregó que lo único que están tratando de hacer es construir algo estable y cómodo para resguardar los elementos del templo.
Lea más: De santuario a basílica para la Virgen de los Milagros de Caacupé
Explicó que están introduciendo algunas mejoras, que ya hacían falta y señaló que dentro de esas mejoras está la construcción de una cabina de protección de equipos sonido; “será como un salón, que servirá para proteger de forma permanente todos los elementos de sonido que se utilizan durante la eucaristía”.
Benítez explicó que cuentan con equipos muy costosos y moverlos de un lugar para otro, todos los días, hace que se descompongan, y por ello, realizan la construcción de esta cabina.
Manifestó que desde hace tiempo lo venían analizando y tras varias conversaciones ejecutaron el proyecto de la mano del arquitecto Tarciano Fernández, quien está a cargo del diseño de la construcción. La inversión de la obra tiene un costo de 82 millones de guaraníes y estará culminada en un mes.
Adelantó que aún hay mucho que mejorar porque el santuario ya lleva más de 70 años y necesita arreglos, dijo que se están realizando “manteniendo el diseño original”. Reiteró que la construcción de la cabina lo hacen por necesidad y aseguró que “no alterarán el diseño original”.
Aportar para opinar
Con respecto a las opiniones que cuestionan la construcción, señaló que “la gente habla sin saber” y eso es normal. Añadió que solo quien asiste a la basílica puede saber como están las cosas y que solo los peregrinos que aportan al santuario y pueden opinar.
Igualmente, apuntó “los caacupeños son los que menos aportan para el santuario y son los que menos tienen que opinar”, Mencionó que la basílica es un santuario nacional y quienes más lo cuidan y protegen son los peregrinos de otros lugares. Anticipó que cuentan con muchos proyectos en la Iglesia y resaltó que lo importante es mejorar.
Para conocer la versión del arquitecto Tarciano Fernández, encargado del diseño de la cabina que se está construyendo actualmente en la basílica de Caacupé, lo llamamos a su celular e incluso le dejamos mensaje pero no respondió.