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Además de espantar a la mala suerte y “que agosto no te lleve”, el brebaje preparado a base de caña, ruda y limón ayuda a purificar la sangre e incluso prevenir problemas del sistema circulatorio, según la creencia popular que se tiene en nuestro país desde nuestros ancestros.
Si bien no hay un acuerdo sobre qué cantidad exacta se debe tomar, la mayoría de las personas coincide en que se deben consumir siete traguitos y que esto ya sería suficiente para eliminar la mala onda que supuestamente acarrea agosto.
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Todos pueden acercarse
Este lunes 1 de agosto en la plaza Juan O’Leary, funcionarios de las direcciones de Cultura, Turismo y Acción Cultural de la Municipalidad de Asunción ofrecen en forma gratuita a todos los ciudadanos que se acerquen la tradicional bebida.
Así que quienes no hayan tenido la oportunidad de hacer el ritual pueden acercarse durante toda esta mañana a la céntrica plaza.
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Las siete hierbas como complemento
Carolina Arias, funcionaria a cargo de la degustación libre, mostró en vivo para ABC TV cómo se prepara el carrulim, además de contarnos que las siete hierbas que se le agregan como un complemento a la tradición son: pyno’i, ruda, ajenjo verbena, kapiky, romero y agosto poty.
“Se le agregan las siete hierbas para purificar la sangre y eliminar las energías negativas; es una tradición que nos heredaron los guaraníes”, explicó carolina Arias.
Combinación de culturas
Don Clemente Cáceres, funcionario y promotor cultural de la Municipalidad, explicó que la tradición del carrulim tiene una combinación entre la cultura guaraní y la española.
“Cuando llegaron los españoles, los guaraníes ya eran muy especializados en la medicina alternativa a través de los yuyos, semillas y raíces. Los españoles llegaron con la caña, la ruda, el limón y el pueblo enseguida adaptó estos dentro del combo de elementos para cuidar la salud”, relató.
Así cuidaban su salud nuestros ancestros
Añadió que durante la colonia había un sistema para preparar esta bebida y se llamaba mistela.
“Esta mistela consiste en que en las fiestas, los velatorios, las casas, desde otoño hasta la primavera, en una olla grande hervían los yuyos y le ponían caña. Este brebaje se consumía caliente y fundamentalmente en agosto, pero lo bebían todos los días. Ahora simbólicamente se bebe el 1 de agosto, porque la medicina científica desplazó a esa forma de cuidar nuestra salud”, comentó don Clemente.
La degustación de carrulim en la plaza está acompañada por números artísticos del Ballet Folclórico de Adultos Mayores de Asunción, compuesto por talentosas señoras que alegran el día a los visitantes.