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Sergio Ozuna y Fernando Torres son dos jóvenes que iniciaron una amistad desde la época de escuela. Ahora ambos son profesionales, Sergio es docente y Fernando un empresario, a lo que ambos comentan que siempre buscan un espacio para el encuentro y para disfrutar de un partido de fútbol, viajar por la capital, el interior o compartir un asado con los demás amigos.
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Según relata el docente Sergio Ozuna, como amigos han vivido muchas cosas: “La verdad que tenemos muchas anécdotas, cuando éramos chicos yo siempre tenía completo mi cuaderno y Fernando nunca terminaba de hacer sus tareas de la escuela. Un día fue llegando a casa con su mamá para que yo le ayude a completar el cuaderno, le ayudé a completar sus tareas pero después yo tampoco quería hacer mis tareas”, recuerda.
“Otro día, Fernando fue llegando de vuelta a casa con su mamá y cuando le vi llegar me puse nervioso porque sabía que se iba para completar su cuaderno. Su mamá habló con mi mamá y claro mi mamá le dijo no había problema, por lo que me pide que lleve mi anotador y así descubrió que tampoco tenía completo. Nos retaron y nos pusimos a llorar con Fernando”, relató Sergio entre risas.
Continuando, Ozuna recordó que en todo este tiempo “tuvieron muchísimos momentos felices” e incontables anécdotas.
“Nosotros organizamos excursiones para llevar a las personas a los conciertos que se hacían en Asunción. En una de esas como nosotros no ingresamos al concierto, salíamos a pasearnos por la ciudad y uno de esos días estábamos cansados. Fuimos para descansar en una vivienda de la familia, Fernando, el chofer del colectivo y los demás ya se durmieron y yo no sabia donde acostarme entonces vi que había un taxi en frente de la casa, abrí la puerta y me subí a dormir en el taxi y teníamos que salir a las de 06:00 del otro día para volver a Pilar. Fernando y los demás se levantaron y no me encontraron, entraron en pánico y desesperación hasta que alguien se les antojo mirar dentro del taxi y me encontró durmiendo, todos se pusieron felices y regresamos a Pilar”, comentó.
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Continuando, el docente reiteró que los mejores momentos más felices que pasaron -a pesar de todo-, fue en inicios de la pandemia, ya que los dos amigos viajaron a Encarnación, pero estando allá se les informó que nadie podía salir ni entrar a la ciudad de Pilar, donde se colocaron barreras para no permitir la salida ni el ingreso de nadie.
“Nos quedamos por un mes a vivir en un hotel de la ciudad de Encarnación, fuimos de viaje y justo el gobierno declaró Estado emergencia por la pandemia y las autoridades de Pilar decidieron cerrar con barreras la entrada y la salida a la ciudad. No tuvimos otra alternativa más que quedarnos de vivir por un mes en el hotel. Realmente la familia de Fernando, su mamá, su papá y su hermana son muy buena gente y siempre me trataron como un hijo más”, precisó.
Tanto Fernando como Sergio coinciden en señalar que esta amistad perdura entre ellos porque sus padres también se conocieron en la escuela y se tomaron la confianza entre familia.
“Mis padres también le tienen a Fernando como un hijo más y eso es lo que ayuda a sobrellevar la amistad, a pesar de que ahora tengo menos tiempo por los compromisos asumidos y él dentro su negocio, siempre buscamos un tiempo los fines de semana o feriados para encontrarnos. Nunca nos peleamos y a veces pasa mucho tiempo de no encontrarnos, por lo que nuestros padres preguntan por qué uno no está viniendo”, destacó.
Por su parte, Fernando sostuvo que la amistad perdura entre ellos porque siempre existió “respeto y lealtad”. “Sergio es un tipo leal, respetuoso y honrado. Él para mi es como un hermano, una persona que los momentos más difíciles siempre está con la familia”, dijo.
Fernando refirió que el momento más triste fue cuando se separaron del colegio por dos años aproximadamente, ya que no pudieron compartir la mayoría de ese tiempo.
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Los amigos comentaron que les gusta ayudar a los demás, en el caso de Sergio siempre acude al llamado de las personas:
“Como soy docente de informática, me gusta compartir mis conocimientos ayudando a los demás, siempre me llaman”, sostuvo.
Por su parte Fernando manifestó que siempre le pasa la mano al que necesita. “Me gusta ayudar a los que más necesitan, siempre lo hago, pero en silencio”, aclaró.