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Todo un ejemplo de entrega y amistad fraternal demostró Juan Marcelo Ojeda al donar su riñón a su hermana Juana Bautista Ojeda Martínez a quien le diagnosticaron insuficiencia renal crónica progresiva a los 25 años, cuando estaba en el último año de ciencias veterinarias. Su hermano mayor de 27 años le donó su riñón y salvó la vida de Juana, quien calificó a su hermano como su primer y mejor amigo.
Esta experiencia fue vivida por la familia Ojeda Martínez de San Juan, Misiones en el año 2016. Juana Bautista, estudió en la Facultad de Ciencias Veterinarias, filial de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), sede en esta capital departamental. En el último curso y en pleno trabajo de tesis hizo un chequeo clínico y en el análisis le salió que estaba perdiendo los dos riñones.
Los médicos de esta ciudad le enviaron al nefrólogo en Asunción y descubrieron que padecía de insuficiencia renal crónica y progresiva.
Siguió con la terapia en el Hospital de Clínicas. Durante un año y un mes realizó hemodiálisis, pero hacía falta un trasplante renal para seguir con vida. Docentes y sus compañeros de Facultad de Veterinaria de San Juan Bautista, Misiones organizaron una maratón benéfica para cubrir los gastos.
Fue cuando su hermano Juan Marcelo decidió donarle su riñón. “En el Hospital de Clínicas nos hicieron los estudios y nos encontraron que éramos cien por ciento compatibles. Éramos igualitos desde el punto de vista genético, por eso el trasplante fue exitoso”, recordó Juana.
Añadió que ambos fueron operados el 24 de mayo de 2016. “Un lazo de amistad y de hermandad se vio en esa decisión de mi hermano”, dijo Juana.
Por su parte Juan Marcelo señaló que al ver la difícil situación de salud de su hermana tomó la decisión de donarle su riñón. Satisfecho por el gesto y el éxito de la intervención señaló que lleva una vida normal.
En la actualidad trabaja en la localidad Dr. Raúl Peña departamento de Alto Paraná. Está por culminar su carrera universitaria de licenciatura de análisis de sistema en una facultad de María Auxiliadora (Itapúa).
En tanto Juana, ejerce su profesión de doctora veterinaria en el Servicio Nacional de Salud Animal (Senacsa) en la central de San Lorenzo. “Me realicé profesionalmente, trabajo y sigo estudiando un pos grado, gracias a mi amigo y hermano Juan Marcelo”, concluyó la doctora Juana.