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El obispo mencionó que la oración para nuestro padre debe ser valiente no tibia. Dijo que si queremos conseguir del señor la gracia necesaria, debemos orar con fe. “Es necesario dejarse involucrar”, sostuvo el líder religioso.
Manifestó que una oración que no sea valiente no es una verdadera oración. “Cuando se reza se necesita tener el valor de confiar en el señor porque él nos escucha, debemos tener el valor de golpear la puerta del cielo y decir “Señor escúchame”, explicó Valenzuela.
También se refirió a que Dios no solo quiere darnos lo que pedimos, sino que también quiere darnos la fortaleza y que tenemos que saber llamar al corazón de nuestro señor.
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“Para pedir algo no somos insistentes, debemos ser insistentes y orar con fervor, nosotros pedimos una gracia pero no nos atrevemos a decir”, resaltó.
A pesar de nuestra buena voluntad siempre habrá momentos de aridez, momentos de sequedad espiritual, pero tenemos que poner de nuestra parte, indicó. “No desanimen sus corazones, no olviden que el tiempo de Dios es perfecto”, resaltó.
Valenzuela advirtió que uno de los errores más dañinos que podemos cometer en la vida es encerrarnos en nuestro pequeño mundo y dejar de buscar.
“Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, porque quien pide recibe, quien busca encuentra, y a quien llama se le abre. Cuando se sientan rebasados con los problemas miren al cielo y clamen por él, nuestro señor Jesucristo”, puntualizó Monseñor.