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Documentación remitida por la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac) y obrantes en el Ministerio Público deja al descubierto un rosario de dudas sobre la finalidad real del arribo al país el 13 de mayo pasado del avión iraní-venezolano Emtrasur. Dicha aeronave junto con su tripulación integrada por 18 personas (11 venezolanos y 7 iraníes) aterrizó y estuvo tres días en nuestro territorio -sin dejar registro de sus movimientos- para llevar casi 80 toneladas de cigarrillos de la marca Ibiza, producidos por Tabacalera del Este SA (Tabesa), de Horacio Cartes.
Entre los documentos adjuntados a la denuncia formal presentada por esa institución están la sospechosa operación antieconómica del flete, presunta simulación de compra entre empresas de un mismo dueño, aparentes vínculos de algunos de los tripulantes con el terrorismo. Además, de las conexiones y supuestos encuentros en el país con personas ligadas a otros procesos como trata de personas y narcotráfico.
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El Ministerio Público, sin embargo, a cargo de Sandra Quiñónez, no muestra avance en la investigación de las denuncias sobre los presuntos hechos punibles de asociación terrorista y financiamiento del terrorismo. Solo se limitó a realizar un pomposo allanamiento el 28 de junio pasado en el aeropuerto Guaraní de Minga Guazú.
La Fiscalía prácticamente menoscabó las denuncias de la Senac para la apertura de la carpeta fiscal, según evidenció el 22 de junio pasado cuando anunció a través de redes la apertura del proceso, pero, según aclaró, luego de la denuncia de un funcionario de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac).
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Para sorpresa el denunciante era Gustavo Sandoval, leal al clan cartista González Daher de Luque. Sandoval que se desempeñaba como subdirector de Seguridad Civil de la Dinac era el que tenía a su cargo la comunicación de la llegada del avión iraní a la Secretaría Nacional de Inteligencia (SNI), pero no lo hizo, declaró el titular de esa institución, Félix Kanazawa.
Aspectos contundentes sobre avión iraní
El ministro de la Senac, René Fernández, a través de la denuncia reveló aspectos contundentes que aumentaban las dudas sobre la aeronave y su tripulación.
“Hay hechos inconsistentes en la estadía del avión en Paraguay, sobre todo en la operativa económica. Se apunta a investigar si el avión vino para la adquisición de mercaderías solamente o fue una actividad de fachada”, había señalado Fernández a ABC.
En la denuncia de la Senac se hace mención al informe de inteligencia paraguaya, además de la investigación avanzada de la Justicia argentina sobre el mismo avión que mediante un documento del FBI logró comprobar que uno de los tripulantes sería parte de organizaciones consideradas terroristas por EE.UU. Se trata de Gholamreza Ghasemi, miembro de las Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní y Hezbollah, señala.
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Gholamreza Ghasemi está imputado en el vecino país junto a la tripulación irani-venezolana que arribó a Ezeiza (Buenos Aires), el 6 de junio pasado con autopartes. El avión está retenido allí desde el 8 de junio pasado en el marco de la investigación por supuestos vínculos con el terrorismo, su organización y/o su financiamiento.
Fachada para presunto financiamiento
“Es una operación de comercio exterior que tiene elementos bastante llamativos, bastante atípicos, que deben ser profundizados para establecer si realmente responde a una operación comercial normal o de fachada”, había afirmado Fernández al momento de presentar la denuncia.
En la descripción del documento está que “la empresa que factura es TABESA SA, propiedad del expresidente de la República HORACIO MANUEL CARTES JARA, la empresa que figura como cliente en esta venta es TABACOS USA INC cuyos representantes, según fuentes abiertas, también son HORACIO MANUEL CARTES JARA y su hermana, María Sarah Cartes junto con un tercero STEPHEN M. JOHNSON (sic)”.
Uno de los documentos adjunto a la denuncia y obrante en la Fiscalía es una nota presentada por la despachante aduanera Marta Portillo ante Aduanas.
“Tabesa vendió, facturó y despachó dicha carga de cigarrillos a su cliente Tabacos USA (Tusa) con término internacional de comercio-Incoterm FCA”, manifestó Portillo.
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El término Incoterm FCA o Libre Transporte es un término acuñado internacionalmente y que significa -invariablemente- que el transporte debe ser pagado por el comprador final.
“El comprador final fue responsable de contratar al agente de carga y este a su vez a la compañía aérea”, según explica la despachante en su nota ante la DNA.
De acuerdo a la factura emitida por Tabesa por la venta de las casi 80 toneladas de cigarrillos Ibiza, el comprador final es Tabacos USA Inc.
“Por lo tanto, es Tabacos USA Inc, es decir la empresa con sede en EE.UU. cuyos representantes son coincidentes con algunos de los representantes de Tabesa en Paraguay, quienes debieron haber pagado los fletes”, sentencia la denuncia.
En el documento se incluyó además la póliza de seguro sobre el cargamento, pagado por Tabesa, al igual que los gastos aduaneros y los swift de transferencias bancarias realizadas por Tabacos USA Inc a su empresa hermana, Tabesa.
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“Podemos concluir con solidez que el comprador final, y por lo tanto, el sujeto obligado según la modalidad contratada, a correr con los pagos de flete y su correspondiente seguro es la empresa Tabacos USA Inc”, añade la denuncia de Anticorrupción.
Evidencian más llamativas conexiones
Últimos documentos arrimados a la Fiscalía evidencian más llamativas conexiones del avión iraní-venezolano. Esta vez se apunta a personas que tuvieron algún tipo de relacionamiento con los tripulantes de la aeronave durante su estadía de tres días en el país.
Según la denuncia ampliada de la Senac, la tripulación tuvo la logística de la empresa de turismo Adshey, cuyo propietario sería Federico Ezequiel Santoro Vassallo ligado a la megaoperación “A Ultranza”. Junto a Santoro Vassallo aparece también ligado a esa agencia, su padre Ezequiel Santoro Da Silva, salpicado años atrás en un caso de trata de personas.
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Por otro lado, en los documentos se menciona que curiosamente el empleado de una asidua proveedora de Tabesa actuó de agente de transporte del avión iraní. Se trata de Osmar Santiago Caballero Benítez.