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El profesional informó sobre las medidas que adoptó la empresa para mantener su índice de productividad para no perjudicar la provisión de energía eléctrica, tanto al Paraguay como al Brasil. Fue en la XIV edición del Seminario del Sector Eléctrico Paraguayo (SESEP), organizado por el Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas (Cigre) Paraguay, con la Unión de Ingenieros de la ANDE.
Oviedo precisó que el 2021 fue un año de muchos desafíos debido al menor caudal registrado del río Paraná, porque la afluencia promedio del año pasado fue de 6.932 metros cúbicos por segundo (m3/s), que representa solo el 60% del promedio histórico desde el inicio de las operaciones de la usina, que es de 11.479 m3/s. Esa menor cantidad de agua que llegaba hasta la central obligó a tomar diversas medidas con el fin de conservar el alto desempeño de las unidades generadoras, refirió.
Una de las decisiones fue reducir la cantidad mínima permitida de turbinas sincronizadas. de once a ocho (cuatro en el sector de 50 Hz y otras cuatro en 60 Hz), tras los análisis correspondientes realizados por la División de Estudios Eléctricos de la Dirección Técnica. Esta acción permitió equilibrar la afluencia y defluencia, conservando el volumen almacenado en el embalse de Itaipú con el objetivo de utilizarlo en el periodo más crítico de la sequía sí fuere necesario, esperado a fines de noviembre.
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A consecuencia de la baja afluencia, en el 2021 Itaipú alcanzó una de las marcas de producción más bajas en su historia, con valores de producción no vistos desde 1994, con 66.752 gigavatios hora (GWh), destacó el técnico.
El promedio de generación en los últimos 10 años es de 89.258 GWh. En el 2022, se espera un aumento de producción con relación al 2021, esto se debe al hecho de que el volumen de agua almacenado aguas arriba de la binacional es considerablemente mayor al observado el año anterior, por lo que se espera que esta agua sea turbinada aguas arriba, llegando finalmente al embalse, explicó.
“Otro de los desafíos que experimentamos con esta crisis fue el tener que aumentar aún más la productividad de nuestras turbinas. Tuvimos un salto considerable y alcanzamos récords anuales de 1,087 megavatios por metros cúbicos por segundo (MW med/m3/s) en el 2020 y 1,098 MW med/m3/s en el 2021″, relató.
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Pese a los inconvenientes hídricos de los últimos años, Ricci aseveró que la demanda energética del Paraguay no fue afectada y que cumplieron “a cabalidad” con el suministro de electricidad, principalmente gracias a las medidas tomadas en su momento.
Añadió que el papel de Itaipú también fue fundamental para la navegabilidad de la hidrovía Paraguay – Paraná, puesto que la binacional participó en las operaciones especiales denominadas “Ventana de Agua” al aumentar su producción y consecuente descarga durante varios días para elevar el caudal en el río Paraná y así ayudar a las barcazas para que puedan traspasar la esclusa en la UHE Yacyretá, para la exportación de granos nacionales. Mencionó que este emprendimiento fue llevado adelante en forma conjunta con otras organizaciones del Estado, mediante negociación entre cancillerías del Brasil y del Paraguay.