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Los días 21 y 22 de junio de 1966 se reunieron en “Puerto Presidente Stroessner” y Foz de Yguazú los ministros de Relaciones Exteriores Raúl Sapena Pastor y “el ministro de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos del Brasil”, embajador Juracy Magalhaes con el objeto de pasar revista a los “varios aspectos de las relaciones entre los dos países, inclusive aquellos puntos alrededor de los cuales han surgido últimamente divergencias entre las dos cancillerías”, se lee en la introducción del documento conocido como Acta Final de Foz de Yguazú.
El martes último, las oficinas locales de la entidad binacional publicaban en su página web un material titulado “Se cumplen 56 años de la firma del Acta de Yguazú, documento que sentó las bases para crear Itaipú”.
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Después de tres días de entrevistas de carácter personal, y otras con la presencia de sus respectivas delegaciones, el 22 de junio de 1966, los ministros ... Raúl Sapena Pastor y el general Juracy de Magalhaes, arribaron a un acuerdo en la ciudad de Foz de Yguazú. En esa fecha, 56 años atrás, suscribieron la declaración conjunta conocida como el Acta de Foz de Yguazú, “documento que se convirtió en el punto de partida para edificar la central hidroléctrica Itaipú”, se lee en primer párrafo del material en cuestión.
La historia oficial
La historia oficial es la historia que escriben las administraciones de turno de un país. El general Juan Antonio Pozzo, investigador de la suerte paraguaya en Itaipú, principalmente de sus antecedentes, en un reciente ensayo en el Suplemento Económico de ABC, exponía otra de las múltiples facetas de este costoso cimiento de la obra, que el Acta y el Tratado de Itaipú, ratificado por el Congreso el 17 de julio de 1973, “entregaron al Brasil el Salto del Guairá”.
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¿Por qué “prenda de paz”?, porque - nos recuerda el general Pozzo - que antes se verificó la ocupación militar brasileña del Salto del Guairá en junio de 1965.
Agrega que en la nota del 14 diciembre de 1965, la Cancillería paraguaya se refiere a esa ocupación con el siguiente texto: que la zona ocupada por un destacamento militar del Brasil al sur de la cumbre del Mbaracayú, “es territorio paraguayo”.
Cambio o abandono
El Acta y luego el Tratado acicatearon el cambio en la posición del gobierno paraguayo de turno, tanto que se olvidaron de exigir la indemnización al Paraguay por el sacrificio de ese inapreciable recurso para construir Itaipú, cuya energía, en sus 37 años de producción, aprovechó Brasil en un 91,3%.
La amnesia, por extraño que parezca, superó la barrera de los años porque, inclusive hoy, el reclamo paraguayo de la propiedad de los saltos sigue cubierto por las aguas del embalse y del olvido provocado.
Acerca del resarcimiento al Paraguay por el recurso natural sacrificado hablan hoy solo algunos especialistas y los habitantes de las zonas afectadas, a pesar de que Inundaron las caídas de lo que fue un prodigio de la naturaleza como si se tratase de un pequeño accidente que obstaculizaba el proceso de ejecución de la “obra del siglo XX”.
Justo precio, DAP
En cualquier evaluación debe recordarse que también violaron lo acordado en el Acta de Foz.
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El numeral IV del documento consagró principios fundamentales como el Justo Precio de la energía excedente de la parte paraguaya en la alianza pro Itaipú y solo el derecho preferente del Brasil sobre ese excedente, que la dictadura del general Stroessner, responsable de las negociaciones con Brasil, había decidido borrarlos del Tratado.