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“Noventa años tengo. Por favor, pensemos en nuestra juventud, en nuestros jóvenes que se están muriendo en la droga, en Tacumbú y Emboscada. Van a hacer 4 cárceles. ¿Por qué no me hacen un centro de rehabilitación grande?”, imploró entre lágrimas la hermana Regina, encargada de programas contra adicciones como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, Jugadores Anónimos y Neuróticos Anónimos. No es la primera vez que es reconocida por el Congreso, pero las carencias en su labor siguen.
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“Treinta camas tiene el Dr. (Manuel) Fresco (director del Centro Nacional de Adicciones). ¿Qué hacemos con 30 camas para todo el país? Hermanos, salvemos a nuestros jóvenes y niños. Es el futuro del Paraguay. Peleamos por tantas cosas y no estamos haciendo un camino para nuestros jóvenes”, insistió en su reclamo la religiosa católica.
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Tras años de esfuerzo lograron concretar el Centro de Rehabilitación de Adictos en San Antonio; sin embargo, destacó que desde hace 6 años están trabajando para poder tener una zona techada.
“Hace 6 años que no podemos techar. No puede ser. Se hizo mucho pero no podemos techar porque no tenemos plata. Golpeamos puertas y puertas pero nadie te contesta. 6 años. Yo soy extranjera y vengo aquí a llorar y gemir, por favor, con 90 años para que podamos tener un centro de rehabilitación para los chicos”, dijo.
Se dirigió directamente a los legisladores y les pidió: “Por favor, pongámonos las manos en el corazón y el bolsillo y ayudemos a los jóvenes”.
El Dr. Fresco y otros colaboradores en esta lucha contra las adicciones acompañaron el reconocimiento. El mismo reconoció las deudas que tiene el Estado con las personas que sufren adicciones y también en tratamientos de salud mental, pero refirió que -en la medida de sus posibilidades- asisten a todos los que se acercan.
Afirmó además que, tras una pequeña reducción de pacientes durante la pandemia, ahora está volviendo a subir considerablemente la cantidad de quienes acuden por ayuda profesional, ya sea de manera voluntaria como así también una gran mayoría por orden judicial.