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La Policía Nacional y la fiscalía paraguaya tiene la responsabilidad de llegar al autoría moral del cirmne del fiscal Marcelo Pecci , luego de que Colombia haya esclarecído la material y que un juez de Cartagena haya impuesto una condena de 23 años y seis meses para cuatro de ellos.
El trabajo continuará en forma conjunta entre policías de Paraguay y de Colombia, más allá de que los agentes que vinieron a nuestro país, tras el homicidio ya retornaron a su país.
Pero resulta fundamental para el caso que todas las evidencias recogidas en Colombia sean analizadas con las colectados por los investigadores en las cárceles paraguayas, tras el crimen del fiscal, ocurrido el pasado 10 de mayo, en la isla de Barú Colombia.
Los investigadores paraguayos manejan hipótesis, pero verificarla constituirán un trabajo muy complejo que tomará su tiempo, admitieron.
Y pese a que la presión se traslada a los investigadores paraguayos, esto no implica que cesará el trabajo conjunto con Colombia.
De hecho la justicia colombiana debe juzgar al articulador (coordinador, del grupo de asesinos), Francisco Correa Galeano quien antes que colaborar con la investigación negó toda implicancia en el hecho.
Cae de Maduro que Correa al ser articulador del grupo tenía el contacto con él o lo que dieron la orden de matar al fiscal paraguayo.
Sigue prófugo el venezolano Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, por quien el gobierno de Colombia ofrece 500.000.000 de pesos, unos US$ 132.285, para las personas que brinden datos concretos que conduzcan a los organismos de seguridad a su captura.
Los condenados
De acuerdo a los datos publicados por las autoridades de aquel país, Francisco Luis Correa Galeano fue quien articuló el grupo y el coordinador financiero del asesinato de Pecci, mientras que del venezolano Wendel Scott Carrillo dicen que fue el autor material de los disparos que mataron al fiscal.
De Eiverson Zabaleta Arrieta señalan que fue quien transportó en un vehículo a los sicarios.
Por su parte, Marisol Londoño y su hijo Cristian fueron los encargados de estudiar cada movimiento de Pecci y su esposa, Claudia Aguilera, en el hotel de la isla de Barú donde se hospedaban mientras estaban de luna de miel, en el caribe colombiano.