Homenaje póstumo para alfarero pionero de Areguá, a cien años de su nacimiento

AREGUÁ. En los días 24, 25 y 26 de junio; así como el 1, 2 y 3 de julio, se llevará a cabo una exposición artesanal de artículos de cerámica, para recordar la obra y legado de unos de los alfareros pioneros de este distrito, Ladislao Centeno. Será en la sede de la Secretaría Nacional de Turismo (SENATUR) del distrito, y el acceso es libre y gratuito.

Homenaje póstumo para alfarero pionero de Areguá, en el centenario de su nacimiento.
Homenaje póstumo para alfarero pionero de Areguá, en el centenario de su nacimiento.

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La “Centuria de los Centeno”, se denomina la actividad organizada por Limpia, Sabino, Elsa, Joaquina, Vidal, Guillermo, Carmen, Enrique y Javier Centeno, todos hijos de Ladislao Centeno, reconocido alfarero de Areguá, ya fallecido, quien debía cumplir 100 años de vida el próximo 22 de junio.

El alfarero era conocido como “Noilo Centeno” o simplemente “Don Centeno” y desde muy temprana edad se dedicó a la alfarería convirtiéndose en uno de los primeros y únicos torneros de la ciudad.

Piezas muy delicadas y de utilería, caracterizaban su noble trabajo; profesión que lo ayudó en la crianza de sus hijos, a quienes inculcó valores como el respeto y amor propio. Les inspiró en el trabajo, a los demás artesanos, además de la responsabilidad, y el saber compartir las innovaciones en cuanto a la artesanía se refiere.

En un merecido homenaje, su familia organiza una gran exposición de obras de “Los Centeno”, para los días 24, 25 y 26 de junio, y el 1, 2 y 3 de julio, en el local de la Senatur de Areguá, ubicada sobre la calle de la Candelaria casi Mariscal Estigarribia, en el casco urbano de la ciudad.

El acceso será libre y sin costo alguno. La actividad cuenta con el apoyo del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), de la Gobernación del departamento Central, la Senatur y del sector privado.

El objetivo principal, es promover la importancia de la preservación del uso del torno en entre los alfareros de esta localidad. Uno de los sueños que tuvo don Noilo Centeno para con su ciudad, fue que la profesión de alfarero siga transmitiéndose de generación en generación, perfeccionando la técnica.

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