Hasta la Policía contribuye al abandono de Asunción

En el ocupado, abandonado y caótico centro histórico de Asunción hay de todo. Hasta la Policía Nacional colabora con la contaminación. Un registro de la institución pierde agua servida sobre El Paraguayo Independiente y al paso de los vehículos salpica a peatones que usan la vereda.

La cañería que se observa bajo la rejilla de hierro vierte agua sobre El Paraguayo Independiente. Sale de uno de los locales de la Policía.
La cañería que se observa bajo la rejilla de hierro vierte agua sobre El Paraguayo Independiente. Sale de uno de los locales de la Policía.abc color

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Es lamentable el panorama que se observa cuando uno se detiene en la esquina de Independencia Nacional y El Paraguayo Independiente. Allí se presenta la “villa miseria” que se instaló en las plazas del centro histórico. Un poco más hacia la sede del Congreso está la toldería de los indígenas.

El agua se estanca, y al paso de los vehículos, salpica a los peatones.
El agua se estanca, y al paso de los vehículos, salpica a los peatones.

En el punto señalado más arriba hay que tener mucho cuidado para no ser bañado por aguas servidas de la Policía Nacional. Entre la vereda y el asfaltado hay una rejilla y abajo un caño que expulsa liquido desde el interior del edificio.

El agua se estanca en el asfaltado y hay que estar atento para no avanzar cuando pasan los automovilistas; caso contrario, uno puede darse una ducha de mal gusto y de mal olor.

Uno no se explica cómo puede darse una situación nada menos que frente al local de la Policía Nacional. Pero, lamentablemente, así está para el abandonado centro histórico de la otrora “capital de mis amores”.

Caótico estacionamiento

Dos efectivos policiales ordenan el paso frente a la Comandancia de la Policía. Frente a las plazas ocupadas funciona el estacionamiento explotado por los cuidacoches.
Dos efectivos policiales ordenan el paso frente a la Comandancia de la Policía. Frente a las plazas ocupadas funciona el estacionamiento explotado por los cuidacoches.

A la insalubridad y el hacinamiento de personas en la “villa miseria” se suma el caótico estacionamiento explotado por autodenominados cuidacoches. Cada uno tiene su parte y ubica a los clientes automovilistas como se les antoje. El estacionamiento es en doble fila y hasta hay lugares reservados para aquellos que estacionan todo el día en la zona. Aquí impera el negocio de la informalidad porque el que no paga se encuentra con las ruedas desinfladas. El intendente de Asunción es el colorado Óscar “Nenecho” Rodríguez.

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