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Una comitiva de nativos aché de la comunidad Chupapou del distrito de Villa Ygatimí, elegido por el Consejo de Ancianos, tienen marcada una reunión a las 09:00, con responsables del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) y del Ministerio de Interior. El objetivo del encuentro es procurar una solución pacífica, para tratar de evitar que haya derramamiento de sangre, ya que los aborígenes están dispuestos a todo para recuperar las 2.000 hectáreas de su territorio que se encuentran invadidas desde el 2018, expresó el líder y Coordinador de la Federación Aché del Paraguay, Marciano Chevugui.
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La obligación de los representantes de las mencionadas instituciones es llegar a las comunidades cuando se presentan este tipo de problemas, pero esta vez se vieron en la necesidad de romper esa regla para trasladarse a Asunción a fin de reunirse con las autoridades de las entidades en cuestión, dijo.
A partir del resultado del encuentro de hoy tomarán una decisión definitiva.
Escucharán la posición de los responsables de dichas instituciones, ese es el mandato de los ancianos que ya perdieron la paciencia porque pasó demasiado tiempo y no actuaron como mandan las leyes. Dependiendo de la propuesta que reciban esta mañana podrían decidir desactivar el plan de desalojar con arcos y flechas a los campesinos o llevar a cabo el enfrentamiento, indicó Chevugui.
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Mencionó que los nativos están en prácticas bien organizadas en la comunidad.
En Chupapou viven 153 familias, que son 800 habitantes, mientras los campesinos invasores serían 150 familias, mencionó Chevugui.
Agregó que los aché de Cerro Morotî, de Caazapá, así como de Puerto Barra del Alto Paraná, Kuetuvy del departamento Canindeyú, y el pueblo mbya guaraní esperan las indicaciones para sumarse a la lucha en Chupapou.
Al ser consultado si no temen que sean contraatacados con armas de fuego por los campesinos o que sean reprimidos por fuerzas policiales, Chevugui indicó que los ancianos dicen que “morir por la tierra es mejor; no por inútil, por miedo, sino que el aché debe morir defendiendo su tierra. Así que pelearán hasta la muerte para recuperar el territorio de las futuras generaciones de la comunidad.
“La justicia es débil y vendida. Los nativos, con dignidad, vamos a defender nuestra posición. Es la decisión tomada por los ancianos”, expresó Marciano Chevugui.