Cargando...
Los padres de alumnos del Colegio Nacional Defensores del Chaco que se encuentran en pleno centro de esta localidad denunciaron que sus hijos no pueden estudiar en las aulas a consecuencia de las goteras que tienen la mayoría de los salones de clases.
En estos días, con las precipitaciones registradas a cualquier hora, los alumnos sintieron la incomodidad, dijo uno de los padres, quien pidió no publicar su nombre porque seguro que puede haber represalia con su hijo, según expresó.
El problema más grave de la institución escolar, que décadas atrás era un símbolo de la educación nepomucena, es que ahora no cuenta con un director nombrado y la encargada de despacho Tomasa López aparentemente no gestiona o no tiene influencia para conseguir las ayudas necesarias para la reparación del techo, por más que se pida al MEC a través de la microplanificación. El primer problema que se debe solucionar es el nombramiento de un director, sostuvieron varios padres de familia.
El riesgo de asistir a clases con las goteras es grande debido a que estamos en temporada de invierno y cualquier momento los alumnos pueden enfermarse o hasta pueden echar a perder sus útiles escolares con la lluvia, indicaron.
Lea más: Padres de familia denuncia la politización de la educación en San Juan Nepomuceno
En ese sentido, otro padre de familia, identificado como Julio Vázquez, confirmó el mal estado de los techos de las aulas y que se está solicitando al MEC la reparación y que inclusive figura en la microplanificación de cada año. Vázquez dijo que están buscando la forma de agilizar la reparación y que el MEC, a través de la Supervisión, está pidiendo presupuestos para solucionar las goteras.
El intendente Derlis Molinas (ANR-HC), aclaró que la comuna no puede usar recursos de Fonacide para reparar el techo del Colegio Defensores del Chaco, porque no figura como prioridad en la microplanificación del MEC, pero que este año ya volvió a firmar una adenda, para que pueda figurar entre las 10 prioridades.
Tratamos de hablar con la encargada de despacho de la institución Tomasa López, pero tenía su teléfono celular apagado. Mientras que la supervisora Elva Molas no atendió nuestra llamada.