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El comisario Elber Franco Paredes, director de la Policía de Canindeyú, dijo que comisionó a efectivos policiales de la Comisaría de Villa Ygatimí para realizar un trabajo de análisis de las tensiones existentes entre los indígenas aché y los campesinos que ocupan una parcela de 2000 hectáreas de sus tierras.
El alto mando policial agregó que en dicha parcela ocupada por los campesinos existirían supuestos propietarios quienes autorizaron el ingreso de los sintierras, quienes ya deforestaron toda el área, según la denuncia. Los presuntos propietarios que están detrás de los campesinos serían unos conocidos deforestadores de la zona de La Paloma, los hermanos Volnei y Carlos Ricardi. Mientras que el líder de los campesinos es Heriberto Ortega.
El interés policial se da tras la comunicación realizada por Marciano Chevugui, coordinador nacional de la Federación Aché Nativa del Paraguay (Fenap), sobre la decisión de los ancianos de dicha comunidad de atacar a los campesinos con arcos y flechas. Los labriegos ocupan desde el 2018 unas 2000 hectáreas de tierra de los nativos.
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“Estamos viendo que podemos hacer hasta tanto agotar las instancias. Sabemos que hay un largo peregrinar de los aché en busca de justicia, de falta de celeridad y abandono por parte de las instituciones que tienen incidencias directas en estas cuestiones”, agregó Paredes.
La Policía no cree, sin embargo, que se pueda dar una batalla campal entre indígenas y campesinos, y según los informes que manejan, la advertencia de los aché tendría como trasfondo forzar soluciones a problemas que tienen que ver con contratos fenecidos, entre otros temas dentro de la comunidad Chupapou.
No obstante, no descarta que el anuncio de atropellar a los campesinos con arcos y flechas pueda darse.
La Policía también ya está en comunicación con el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) y otras instancias afines a los nativos para que promuevan una salida pacífica a la situación.
En ese sentido, Marciano Chevugui también hizo un llamado a las instituciones del Estado para que tomen carta en el asunto antes de que se dé derramamiento de sangre en el lugar. Su ruego va muy especialmente a la fiscalía de Curuguaty para que actúe lo más rápido posible. Cualquier hecho grave que se dé por la falta de respuesta responsabilizarán al Estado paraguayo, agregó.