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En la sesión extraordinaria del Consejo de la Magistratura (CM) llevada a cabo en la tarde de este lunes donde principalmente se trataron temas de pedidos de revisiones de exámenes solicitados por la Asociación de Magistrados Judiciales del Paraguay, la Asociación de Fiscales del Paraguay, la Asociación de Defensores Públicos y la Asociación de Jueces del Paraguay, así como de abogados particulares que se presentaron para participar del concurso convocado por los edictos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8 y 9/2021.
El ministro de Corte Eugenio Jiménez Rolón fue quien mocionó en la sesión que se publique en la página web del Consejo de la Magistratura los exámenes tomados a los postulantes de todos los fueros, ante los cuestionamientos especialmente por parte de los jueces, fiscales, defensores públicos y síndicos de quiebra, quienes fueron evaluados para seguir en sus cargos.
Seguidamente, el también consejero senador Pedro Santa Cruz se adhirió a la moción de Jiménez Rolón, y justificó que los exámenes tomados deben tener estado público en busca de la transparencia.
Por su parte, el consejero Jorge Bogarín Alfonso, representante de abogados, asimismo se unió al pedido para publicar en la web los exámenes de los 214 postulantes que se presentaron a los citados edictos. Sin embargo, el miembro del Consejo también solicitó que la institución acepte los errores que se pudieron haber cometido en la elaboración de los exámenes y que se haga una evaluación técnica acerca de varios aspectos de las pruebas tomadas a los postulantes. También solicitó que se evalúen los instrumentos tomados para elaborar las pruebas.
El miembro César Ruffinelli Buongermini también se adhirió a sus colegas consejeros y mencionó que habría la posibilidad de elaborar un dictamen evaluador de las pruebas. Indicó que los cuestionamientos de los gremios se centran en tres aspectos a), la elaboración de preguntas que no estaban relacionadas con los ejes temáticos, b) preguntas que se hicieron en base a leyes derogadas, en cada uno de los fueros y c) las respuestas que eran confusas o ambiguas.
El diputado Roberto Eudez González también se sumó a las propuestas de los demás consejeros, e hizo lo mismo el presidente del Consejo de la Magistratura, Oscar Paciello Samaniego, quien indicó que se deben corregir los errores que pudieron haberse cometido, y potenciar los aciertos.
Aplazos masivos
En ocasión de ser examinados se presentaron 193 operadores de justicia entre jueces, fiscales, defensores públicos y síndicos de quiebra, quienes pretenden seguir en sus cargos. Sin embargo, en la mencionada evaluación 85 operadores de justicia (44%) reprobaron al no obtener 70 puntos como mínimo para aprobar las pruebas. El puntaje máximo era de 100.
Sin embargo, aunque los operadores de justicia, según dispone la ley, no obtuvieron el puntaje mínimo, igual deben integrar sus respectivas ternas que serán evaluadas en sesión de la Corte Suprema de Justicia, que será finalmente la encargada de confirmar o no a los jueces, fiscales, defensores públicos y síndicos de quiebra.
Supuesto maltrato
En la sesión extraordinaria también se trató un altercado producido entre la vicecoordinadora académica de la Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura Blácida Margarita Sanabria de Valdez, quien mantuvo un cruce de palabras con el consejero Jorge Bogarín Alfonso. El integrante del CM explicó en la sesión que el hecho tuvo relación en ocasión de realizarse los exámenes de conocimientos de los mencionados edictos. El consejero refirió que el altercado se produjo porque la funcionaria Sanabria le reclamó el hecho de haber repartido bolígrafos durante las pruebas tomadas a fines de abril.
El senador Pedro Santa Cruz mostró el bolígrafo que repartió Bogarín que tenía la leyenda “Es nuestro momento”, que es el lema de su campaña gremial anterior cuando accedió al Consejo de la Magistratura en representación de los abogados, y seguidamente el legislador pidió respetar la institución.
Bogarín replicó que no estaba en campaña proselitista, y el hecho de repartir bolígrafos lo realizó por una cuestión de servicio ya que los elementos entregados a los colegas que tomaban los exámenes para marcar en los gabaritos, eran de mala calidad, e incluso, algunos no servían para escribir, explicó.