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El especialista en infectología y director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, dijo que ni él ni nadie en el mundo tiene la certeza sobre si la pandemia del coronavirus acabó o no, aunque sí reconoció que el escenario hoy es muy diferente, pues es un virus que ya conocemos tanto en sus debilidades como en sus mutaciones. Por lo tanto, las medidas que fuimos e iremos tomando como humanidad, serán cada vez más precisas, resaltó el funcionario de salud.
El doctor contó que es mejor aceptar que el virus “vino para quedarse, y que no desaparecerá”.
Mutará permanentemente
Además, subrayó que como cualquier otro organismo vivo, el virus mutará permanentemente y generará diferentes sublinajes y genotipos.
Por otro lado, el profesional resaltó que si esta pandemia ocurría 20 años atrás, no hubiéramos tenido las herramientas tecnológicas de las que hoy disponemos. Recordó que anteriormente los test de PCR tardaban años, y que esta rapidez que hoy disfrutamos va de la mano con el avance tecnológico que tuvo la humanidad.
En cuanto a las acciones que podemos tomar para seguirnos protegiendo del COVID-19, destacó que el mundo occidental se tiene que concentrar en las vacunas.
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“Esto se puede desbaratar”
Si bien salimos de un estado de emergencia, advirtió que “esto se puede desbaratar y tener una variante”, pero al menos inmediatamente no ocurriría, vaticinó.
Adelantó que si llegara a ocurrir un aumento de casos, desde Vigilancia de la Salud volverán a emitir recomendaciones sobre uso del tapabocas y otras medidas de bioseguridad.
Al ser consultado sobre la expresión “pospandemia”, utilizado anteriormente, dijo que él aún no se anima a referirse en esos términos.
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Dos dosis equivalen a esquema completo
Con respecto a las dosis necesarias para estar completamente protegido, indicó que con dos dosis, la persona ya tiene el esquema completo, pero si transcurrieron seis meses, es recomendable que aplicarse una tercera dosis. Ahora, con relación a la cuarta dosis, esta es exclusivamente para mayores de 65 años, personas con comorbilidades y quienes trabajan en entornos de alta contagiosidad.
Según datos precisados por el doctor Sequera, actualmente el 55% de la población tiene las dos dosis, y el 60% tiene una sola dosis. En tanto, las tres dosis las tiene el 20% de la población.
Yendo al campo de los mayores de 65 años, un 50% de este grupo etario ya tiene su tercera dosis y en la franja de los mayores de 80, el 80% ya tiene dos dosis, mientras que más de la mitad cuenta con tres dosis.
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Bajó mucho demanda de test
En cuanto a la oferta de test, se logró tener la capacidad de hacer 18.000 test por día. Además, hoy día se pueden hacer PCR en todo el territorio. Sin embargo, la demanda de testeos bajó considerablemente, pues ahora se hacen 1.500 pruebas por día, debido a la menor circulación del virus.
Se refirió también al fenómeno de las personas que perdieron la vida porque tenían otras enfermedades, como un infarto, y pudiendo haberse curado, terminaron muriendo debido al colapso del sistema público por casos de COVID-19.
Salud mental, una significativa consecuencia
La ola más silenciosa generada a consecuencia del coronavirus es la de la salud mental. “Estamos viendo muchos síndromes depresivos producto del encierro en el primer momento de la cuarentena. Personas que ya tenían síntomas depresivos se hundieron más en la pandemia”, relató.
“En los niños, se encuentran en consultas pequeños de cuatro o cinco años que no hablan, y el tratamiento es socializar. Júntense, el riesgo de la salud mental tiene un impacto más abominable”, expresó el médico.