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La desaparición fue denunciada el martes de tarde, cuando Isamar Auxiliadora Cabral Aguilar no llegó a una de las escuelas donde impartía clases a niños de primaria, en el municipio de Loreto, a 20 kilómetros de la ciudad de Concepción.
Policías de Investigaciones y de Antisecuestro intervinieron en el hecho y lo primero que descubrieron fue que el teléfono de la docente fue apagado a las 11:52 de ese mismo día, por lo que se cree que su captura ocurrió solo momentos antes, cuando salió de su casa en su auto Toyota Axio.
Más de 24 horas después de la desaparición, los investigadores finalmente localizaron el coche de la víctima en la ciuda de Yby Yaú, a 120 kilómetros de Loreto, en la casa de Hilario Gayoso Duarte, de 40 años, quien sin embargo no fue hallado hasta ahora.
Los agentes también pillaron que el que llevó el auto de la docente, de Loreto a Yby Yaú, fue un amigo de Hilario, Germán Clavelino Larrea, de 31 años.
Este último sí fue localizado y detenido por los policías en su casa de Loreto, el miércoles de noche, tras lo cual reconoció su participación en la desaparición de la profesora de primaria, quien a su vez recientemente se había recibido de licenciada en Psicopedagogía, en la Universidad Nacional de Concepción (UNC).
La confesión de uno de los involucrados
El detenido Germán Clavelino Larrea contó que junto con el ahora prófugo Hilario emboscaron a la profesora supuestamente solo para robarle su auto, pero que durante el camino supuestamente la mujer se resistió, por lo que fue estrangulada con su propia pañoleta, que llevaba alrededor del cuello.
Según Germán, el que estranguló a la profesora fue Hilario, aunque esta versión debe ser corroborada.
Contó donde arrojaron el cuerpo de Isamar
Acorralado por sus propios dichos, Germán terminó confesando ayer de tarde dónde arrojaron el cuerpo de su víctima.
El lugar resultó ser un yuyal situado a un costado de un camino de tierra, en la zona de la compañía Costa Ferreira, a 1.000 metros de la Ruta PY22, que conecta Concepción con Vallemí, y a cinco kilómetros del centro urbano de Loreto.
Escenas de mucho dolor se vivieron ayer cuando se recuperó el cadáver.
