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Presumiblemente, eligieron la fecha de forma intencional y callaron a una voz que estaba denunciando irregularidades en Pedro Juan Caballero. El grupo criminal se hizo sentir y lo acribilló a plena luz del día.
Esta mañana, miembros del Sindicato de Periodistas del Paraguay se reunieron frente al monolito en honor al periodista Santiago Leguizamón, ubicado en la Avda. Carlos Antonio López de Sajonia, para conmemorar los 31 años de su asesinato en Pedro Juan Caballero. También estuvo presente su hijo, Dante Leguizamón, quien brindó novedades sobre el caso.
Santiago Ortiz, presidente del Sindicato de Periodistas del Paraguay, tomó la palabra y después de felicitar a sus colegas hizo una reflexión acerca de la situación actual de los trabajadores de la prensa. Lamentó la inseguridad con que deben trabajar los periodistas al denunciar casos graves y pidió garantías para todos los profesionales.
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“Muchas felicidades a todos y todas. Es un día de recordación de conmemoración y también un día para valorar el enorme esfuerzo que realizan los trabajadores y trabajadoras de la prensa para brindar a la ciudadanía información de calidad y para seguir construyendo democracia en nuestro país. Sin ese trabajo que cada uno de ustedes realiza, la democracia estaría seriamente lesionada hoy por hoy, así que creemos que es importante felicitar a los colegas por el gran trabajo que hacen día a día para brindar a la ciudadanía información”, manifestó Ortiz.
“Como cada 26 de abril, para nosotros también es una jornada de recordación. Hoy recordamos 31 años del asesinato de Santiago Leguizamón, 31 años lastimosamente, y esperemos que sea el último año de impunidad. Decimos el último año porque estamos esperando que la Corte Interamericana de Derechos Humanos haga justicia. El Estado paraguayo ya aceptó que ha sido responsable de violación de derechos humanos en el caso de Santiago y creemos que lo que queda es que el Estado cumpla con las medidas que se está exigiendo ante la Corte para garantizar que nunca más ocurra eso que le ha pasado a Santiago y a otros 18 compañeros y compañeras a lo largo de esta democracia. Que nunca más haya impunidad ni violaciones a la libertad de expresión”, señaló.
Justicia y garantías de seguridad para los periodistas
Santiago Ortiz recordó que el peligro sigue rondando a los periodistas que denuncian a mafiosos y grupos criminales. “Estamos reclamando avanzar en medidas de protección de garantías de seguridad para los trabajadores y trabajadoras de la prensa, que hasta hoy día siguen estando expuestos a la violencia de los sectores mafiosos, del crimen organizado y de otros actores de la sociedad que se ven afectados cuando denunciamos sus privilegios”, dijo.
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“Recordando a Santiago asumimos el mismo compromiso que tenía él cuando denunciaba a los grandes contrabandistas, traficantes, grandes latifundistas, cuando asumía el compromiso con los obreros, con los campesinos, con la libertad de expresión. Esas mismas banderas las seguimos levantando. Es fundamental que se cuente con las condiciones dignas de trabajo que hoy no existen en la prensa: salarios dignos, contratos colectivos, jornadas laborales adecuadas, etc.”, apuntó.
Que sea el último 26 de abril con impunidad
Por su parte, Dante Leguizamón, hijo de Santiago Leguizamón, brindó detalles sobre el caso de su padre ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y afirmó que la sentencia sería una herramienta para el periodismo.
“Que sea el último 26 de abril en que vivamos la impunidad en casos de periodistas asesinados por realizar el trabajo periodístico. Esperamos que la sentencia del caso de Santiago sea una herramienta de disputa, de lucha, que siga fortaleciendo al gremio de periodistas para seguir exigiendo justicia, seguridad y condiciones dignas de trabajo”, señaló.
“Presentamos el último escrito ante la Corte, solo queda esperar la sentencia, que podría darse este año o a principios del año que viene”, anunció.
Al igual que Santiago y otros periodista, Pablo Medina Velázquez, de entonces 53 años, fue asesinado a tiros el 15 de octubre de 2014 en una emboscada en un camino rural del distrito de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Curuguaty, donde trabajaba como corresponsal de ABC Color.