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El atractivo turístico nació del sueño de una familia que es amante de los estilos medievales y de la naturaleza. Mariela Ferreira y Lorenzo Alfonso, propietarios, afirman que han hecho realidad su sueño de vivir conectados con la naturaleza. Como don Lorenzo tenia conocimientos de construcción, se animó y construyó su propio castillo, que hoy en día se puede visualizar en medio de los cerros y atrae al turismo interno.
Con los años lo fueron ambientando hasta que pensaron que debían compartir el paradisíaco lugar con los demás y así ocurre ahora en un paseo ecológico donde reciben a muchos visitantes.
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“Mi marido diseñó y se encargó de la construcción de los castillos y con mis hijos menores nos encargamos de limpiar y hermosear el lugar”, indicó doña Mariela.
“Soldados de Cristo”
Señaló que el nombre Templarios es porque ellos eran soldados de Cristo. “Nosotros también somos soldados de Cristo, somos católicos. No participamos tanto de las misas, pero tratamos de mejorar todos los días como personas”, manifestó la propietaria.
Senderos y miradores
Así también, cuentan con senderos que llevan a varios miradores que acercan a una grandiosa vista a los cerros. El objetivo principal del castillo Caballero Templario es que los visitantes puedan despejarse y conectarse con la naturaleza.
El lugar está habilitado para compartir con la familia y los amigos. También se pueden realizar picnic, camping y sesiones de fotos.
Por su parte, don Lorenzo Alfonso señaló que en el lugar podrán sentirse renovados por la paz que se puede percibir. Contó que todos los que llegan al lugar salen encantados por la admiración de los cerros y el castillo.
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Afirmó que está muy conforme con los visitantes que llegan porque respetan mucho el lugar y no lo ensucian. Rescató el buen comportamiento de los turistas y mencionó que se siente muy bendecido de poder compartir este regalo de la naturaleza con los demás.
“Soy el único rey que trabaja como un esclavo”
Destacó el esfuerzo en conjunto que realizan con toda su familia, ya que juntos hacen prácticamente todo lo que tiene que ver con el mantenimiento, la limpieza y administración del lugar. “Soy el único rey que trabaja como un esclavo”, indicó con humor don Alfonso y resaltó que sus hijos se involucran de lleno en las tareas haciendo el trabajo de recibir y guiar a los turistas.
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Don Alfonso instó a que sigan sus propósitos y que si tienen un sueño lo hagan realidad, porque todo es posible con perseverancia.
La familia afirmó que se encuentra muy contenta y orgullosa de que lo que un día empezó como un sueño hoy se haga realidad y que seguirá trabajando para proporcionar un ambiente agradable y fomentar el turismo interno en nuestro país.
Para los que deseen conocer el maravilloso lugar, el acceso tiene un costo de G. 25.000 por adulto y los niños menores de 12 años no pagan entrada. Los interesados pueden contactarse al (0992) 917-287.