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Josephline, Sahara y Thiara son trillizas idénticas que nacieron prematuras en el 2007, con bajo peso, y cada una afrontó una situación diferente y complicada en el hospital donde permanecieron internadas por mucho tiempo. La madre, Alba, nos relata su experiencia con un embarazo múltiple.
“Sentí una mezcla de emociones, llanto y risas. De hecho, un ataque de risa y mis lágrimas caían sin parar cuando me enteré que serían trillizas. Tengo una hija mayor de 25 años y ahora un bebé de un año. Las niñas nacieron prematuras. Apenas alcanzamos las 30 semanas de gestación. Solo tenían entre 1 kilo y 900 gramos. Nos quedamos en IPS, una en terapia intensiva, otra en intermedia y la más grande en incubadora normal. Ahí estuvimos hasta que alcanzaron 1.800 kilogramos para poder salir de alta. Fue y es difícil porque todo es gasto triple”, afirmó la madre.
La valerosa mujer manifestó que sus hijas comparten casi los mismos gustos, pero agregó que cada una tiene una personalidad diferente.
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“Ellas hasta al baño van al mismo tiempo, hasta hoy. Son iguales pero con caracteres diferentes. De perfil o espalda sí o sí te confundís, pero de frente si le mirás, hay algunas diferencias”, manifestó Alba.
Al ser consultada sobre el apoyo que recibió durante el embarazo y la crianza de sus hijas, dijo que le debe todo a su “hermana del alma, Liz Domínguez, que dejó todo, hasta su trabajo” para ayudarla. “Ella también es la mamá de las tres desde que salimos del hospital”, expresó.
“También su papá que hizo todo por ellas, aunque ya llevamos vidas separadas y distintas, hasta hoy compartimos sus gastos y educación”, agregó la madre.
“Sentí miedo y emoción a la vez”, dice papá de trillizas
Andrés es el padre Josephline, Sahara y Thiara. El mismo dijo que sintió “miedo y emoción a la vez” cuando recibió la noticia de que serían trillizas.
“Primero no podía creer. Luego sentí miedo cuando el médico empezó a explicarnos cómo son esos tipos de embarazos y las complicaciones que podía tener. Luego que nacieron, era un día a día, era ponerle pecho, demandaba mucho trabajo por los gastos. Los primeros tiempos fueron muy difíciles porque necesitábamos leche especial y mandábamos a traer de Argentina, pero gracias a Dios todo salió bien, y hoy ya cumplieron 15 años”, expresó el padre.
Andrés explicó que siempre sus amigos le preguntaban si no confundía a sus hijas y él orgulloso, seguraba que no.
“Eran momentos jocosos porque sí las confundía y ellas me lo decían frente a mis amigos, pero ahora, ya cada una tiene su personalidad, su carácter, y hay muchas cosas que yo como papá ya diferencio, pero los primeros tiempos sí fueron difíciles”, recordó Andrés.
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Una vida “caóticamente hermosa”
Josephline, Sahara y Thiara describieron sus vidas como “caóticamente hermosa” y aseguran que no pueden estar separadas por mucho tiempo.
“Es un caos (risas). Peleas por todo, pero nadie hace nada sin la otra siempre en todo y en todas partes las tres. Cursamos el primero de la media en la especialidad de Batan (Bachillerato Técnico en Administración de Empresas) y realmente aún no tenemos definido qué carrera universitaria seguiremos”, manifestó una de las hermanas.
Dijeron que “no hay diferencia” en cuanto a algunos gustos. “Nos gustan las mismas ropas, pues nos vestimos iguales, los mismos zapatos, escuchamos la misma música, pero sí tenemos diferencias en las comidas. A Josephline no le gusta el pollo y las frutas, a Sahara no le gusta el caldo y el cocido y a mí (Thiara) no me gusta el cerdo. Creo que es la única diferencia porque de repente hasta las palabras nos salen igual y al mismo tiempo. Creo que hasta los presentimientos compartimos”, dijo Thiara en la entrevista.