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El Dr. Charles Rodas, psiquiatra, consignó que el anteproyecto de ley va contra los manicomios, “que no son lugares de cura ni de cuidado, sino de custodia y abandono”.
“La organización de los hospitales psiquiátricos o manicomios está hecha para que las personas entren y no salgan. Los médicos profesionales y psicólogos tienen la concepción de la enfermedad del cuerpo y no de la persona”, manifestó.
Según el psiquiatra, el paciente es tratado como cosa, llenado de fármacos, encerrado en celdas, incomunicado. Se hace uso indiscriminado de internaciones involuntarias, está inactivo.
“Aparte del deterioro de la enfermedad se produce el de la incomunicación, falta del vínculo y la inactividad deteriora cada vez más. El Hospital Psiquiátrico ya ha sido sancionado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos en la época del presidente Nicanor Duarte en dos ocasiones”, subrayó.
Y absolutamente nada ha cambiado, opinó.
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Centrado en el cuerpo y no en la persona
“El Movimiento de Prevención de la Tortura ha hecho documentos evaluatorios con todas estas características. El modelo de atención del Hospital Psiquiátrico está centrado en el cuerpo y no en la persona y la responsable es la Facultad de Ciencias Médicas”, alertó.
¿Quiénes se van a oponer a este cambio? El médico fue contundente: “Hay una complicidad grande entre las escuelas de formación, la Facultad de Ciencias Médicas y después la Facultad de Psicología, también sociedades científicas e industrias farmacéuticas”.
Y también reveló que en cierta medida hay una complicidad pasiva de la ciudadanía.
La propuesta del anteproyecto de ley
La propuesta aborda los derechos de los pacientes, un modelo de atención centrado en la persona, no en la enfermedad, que conduzca a la mayor autonomía del sufriente emocional y su inclusión parcial en la sociedad, de acuerdo a sus capacidades.
“Un modelo que no se opone al hospital, que se haga en los hospitales cabeceras de cada región, lo que evita el desarraigo de los pacientes que son internados en el Neuropsiquiátrico y lo abandonan para siempre”, recalcó.
El proyecto de ley también contempla que el psiquiatra no es el dueño de la cura, sino un equipo técnico que puede tener el liderazgo del psiquiatra o no.
“Se reivindica la locura como condición, no como enfermedad, y se recurre a la familia sustituta o contenedora, que está en vigencia como hogares sustitutos. Un hombre y una mujer con 12 pacientes en una casa bajo el régimen de familia”, especificó.
El espacio comunitario en reemplazo del modelo manicomial
“La formación para pasar del modelo manicomial al modelo comunitario no puede hacerlo la Universidad ni el Ministerio de Salud, deben hacerlo los profesionales que tienen experiencia. Agentes de salud mental sensibles, solidarios, con capacidad de entender y expresar”, señaló.
“La salud mental es la hija no querida de la salud pública en todas partes del mundo. El Ministerio de Salud va a invertir en camas hospitalarias en los hospitales regionales, pero no va a invertir en espacios de rehabilitación mental”, vaticinó.
“Ese espacio comunitario deben proveerlo los gobiernos locales, el municipio y la gobernación. Un inmueble y los técnicos que se van a ir formando”, concluyó.