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En menos de un año, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, duplicó el subsidio que otorga a los empresarios del transporte público para completar el costo del pasaje que abona el usuario. Sin embargo, hay dudas sobre la transparencia de los datos que se utilizan para definir el cálculo de referencia y sobre el mecanismo de desembolso del subsidio y cuestionan con dureza el servicio que prestan.
El presidente de la Asociación Paraguaya de Emprendedores (Asepy) Bruno Defelippe, cuestionó la falta de transparencia a la hora de desembolsar los recursos públicos y las transferencias directas desde Hacienda a los transportistas, sin que realmente haya el control que corresponda por el servicio que prestan y, sobre todo, con la calidad del mismo.
“Los pasajeros están obligados a usar un servicio de transporte público deficiente, en la gran mayoría de los casos, y que a pesar de eso son premiados con el subsidio que se les otorga con recursos de todos los contribuyentes del país”, dijo. Agregó que el Gobierno debería otorgar el subsidio en la tarjeta del billetaje electrónico y que los pagos se realicen por servicios prestados, similar mecanismo aplicado con el programa social de Pytyvo.
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“Con el billetaje electrónico se conoce el historial de viaje de cada uno de los pasajeros, todo está informatizado y, así, el beneficio es para el usuario, no para los empresarios”, manifestó. El beneficio como tal es bueno, porque ayuda al bolsillo de los pasajeros, apuntó.
Guillermina Imlach, de la Asociación de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Asomipymes), se preguntó cómo hacen los transportistas para seguir en el rubro, porque siempre están trabajando con pérdidas y necesitan la ayuda del Estado para operar. “Todo es una mentira. Se trata de una rosca para obtener votos en las elecciones”, destacó.
Añadió que ese sistema perverso perjudica a los usuarios del servicio y a los contribuyentes, sobre todo a las mipymes, sector que representa el 90% del tejido empresarial y emplea al 70% de la población económicamente activa, es decir, son lo que deben sostener esos subsidios con el pago de los impuestos. “No vamos a poder pagar todo, con este ritmo lo que crece es la informalidad”, advirtió.
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Oliver Gayet, de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), calificó de obsoleto el transporte público actual, que se necesita la implementación de servicios de trenes y tranvías para el traslado masivo de personas, “medida que va a costar bastante pero que su mantenimiento resultará mucho más económico y son 100% eléctricos”, puntualizó.
Otro subsidio que no transparentan
Petropar oculta o no controló cómo distribuyeron 20 millones de litros de gasoil que suministró a empresarios del transporte público entre mayo y diciembre del 2021 para contener el precio del pasaje. Se trata de una información requerida mediante el portal de Acceso a la Información Pública (AIP), expediente N° 51.459. La medida aplicaron simultáneamente a otro subsidio que otorgan con el mismo propósito. De esta manera, los empresarios recibieron un doble beneficio con el mismo objetivo, pero se niegan a rendir cuentas sobre su aplicación.
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