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Jovencitas ataviadas con trajes típicos se instalaron sobre la ruta PY01, en cercanías a la terminal de ómnibus, para regalar con gracia y donaire los deliciosos y crujientes panecillos. El intendente municipal, Héctor Céspedes (PLRA) encabezó la jornada, acompañado de la directora de Productos Turísticos de la Senatur. Doris Penoni y la jefa regional del organismo, Lorena Escobar, entre otros.
Fabricantes de chipas de la ciudad se sumaron a la iniciativa aportando el producto que se distribuyó en forma de gentileza entre los visitantes.
Coronel Bogado es una ciudad situada a unos 60 kilómetros al oeste de Encarnación, capital del departamento de Itapúa, y ostenta el título de Capital Nacional del Chipá, otorgado por la la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (Dinapi).
Es famosa por la elaboración de las chipas de almidón y por el Festival Nacional del Chipa, un acontecimiento artístico que anualmente se desarrolla a fines del mes de diciembre, y suele congregar a cientos de bogadenses que viven en el exterior o en la capital del país, y retornan a su terruño para pasar las fiestas de fin de año con sus familiares.
La producción en forma comercial de este producto tradicional de la culinaria paraguaya cobró fuerza a partir de la llegada del ferrocarril a esta ciudad, en el año 2913. Entonces las vendedoras de chipas inundaban la estación de Coronel Bogado con el rico aroma del producto recién horneado, a la espera de la llegada del tren.
Los pasajeros, por su parte, esperaban con ansias llegar hasta el lugar y surtirse de los panes. Esta tradición se mantiene, con la diferencia que ahora los pasajeros van en ómnibus, que tienen su parada obligada en algunos puestos de venta, o los chiperos que abordan el transporte para ofrecer el producto.
En la actualidad, dado el desarrollo del sector y la gran demanda, las pequeñas chiperías artesanales se transformaron en industrias, y los antiguos hornos de ladrillos y leña fueron sustituidos por hornos eléctricos.