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Los técnicos del FMI, que evaluaron la economía paraguaya, dieron a conocer las conclusiones de la revisión realizada al país en el marco del Artículo IV del Convenio Constitutivo.
El informe preliminar consta de 15 puntos en donde se resume la situación económica del año pasado y las perspectivas del presente ejercicio, así como también en lo que se refiere al sector fiscal, gasto, ingresos, la política monetaria, las reformas del Estado, entre otros.
Los especialistas del FMI señalan que la reciente recurrencia de shocks externos reafirma la necesidad de reconstruir el espacio y la flexibilidad de las políticas macroeconómicas para el futuro. “Por el lado de la política monetaria, el Banco Central de Paraguay (BCP) reaccionó rápidamente al choque de precios, elevando la tasa de política monetaria en varios pasos por un acumulado de 550 puntos básicos a 6,25 por ciento a mediados de marzo”, indica.
Sostienen que que esta medida está reduciendo el exceso de liquidez en el sistema bancario que fue promovido deliberadamente por la postura de política acomodaticia del BCP luego de la pandemia. “Por el contrario, el proceso de reconstrucción de los colchones fiscales aún está en curso después de una acumulación sustancial de deuda en los últimos años”, destaca.
En el informe preliminar los técnicos no brindan detalles sobre lo que denominan “acumulación sustancial de deuda” ni tampoco de los “colchones fiscales” (margen de maniobras para disponer de recursos) necesarios para enfrentar futuros shocks.
Saldo de la deuda pública
En cuanto a la deuda pública total (Administración Central y Entidades Descentralizadas) el saldo asciende al primer bimestre del año a US$ 13.901,6 millones, lo que representa el 32,9% del PIB, según el informe del Ministerio de Hacienda.
Con el actual gobierno de Mario Abdo Benítez (ANR) la referida deuda total aumentó en US$ 5.860,7 millones en el lapso de 2018 a febrero de 2022, a lo que se irá sumando los nuevos contratos y emisiones de bonos que se harán hasta culminar su mandato el próximo año.
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El crecimiento de los compromisos se da, principalmente en 2019 y 2020, por los préstamos obtenidos para reactivar la economía y luego para hacer frente a la pandemia por covid-19, así como para pagar salarios, jubilaciones y pensiones.
En 2018 la deuda pública ascendía a US$ 8.040,9 millones, que representaba 19,8% del PIB, monto al que se llegó teniendo en cuenta que durante la presidencia de Horacio Cartes (ANR) se produjo igualmente un importante aumento.
En este periodo la deuda se incrementó en US$ 3.866,7 millones, atendiendo que la administración de Cartes aceleró el proceso de endeudamiento del país con la colocación de bonos soberanos, que fue muy cuestionado por los economistas locales que pedían ponerle un freno y reducir el déficit fiscal, para evitar que se vuelva insostenible en el futuro, advertencia que no se tuvo en cuenta.
Déficit fiscal del gobierno central
En cuanto al déficit fiscal, el informe de los técnicos del FMI señala que la posición mejoró el año pasado debido a la disminución de gastos con las medidas relacionadas con el covid y el repunte de los ingresos del gobierno. Destaca que en 2021 el saldo rojo del gobierno central cayó al 3,7% del PIB, por debajo del 6,1% del PIB registrado en 2020.
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Las proyecciones para el cierre del presente ejercicio 2022, apuntan a que el déficit llegará a 3,2% del PIB, por encima del 3% establecido en la ley de presupuesto, atendiendo el menor crecimiento de la economía implicará menos ingresos, a esto se suma el subsidio a los combustibles, las presiones de aumento salarial y los proyectos de leyes en el Congreso que reducen los ingresos tributario, que ponen en riesgo la estabilidad fiscal.
El informe resalta que si bien el impulso fiscal durante los últimos tres años fue apropiado, la convergencia hacia el tope del déficit de 1,5% del PIB en el mediano plazo “es crítica para mantener la credibilidad de la política fiscal”.