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Ya desde hace varios meses se viene destacando el aumento de la migración de alemanes a Paraguay, que adquieren tierras alejadas y van formando comunidades con sus propias reglas; por ejemplo, el “Paraíso Verde”, ubicado en Caazapá.
El diario El País recogió relatos desde el interior de la mencionada comunidad y reveló datos preocupantes sobre el manejo interno. Primeramente, el medio de prensa internacional relató que ya hay 250 colonos extranjeros residiendo en esa urbanización que comenzó ya en el 2016, cuando un matrimonio de austríacos “abiertamente antivacunas e islamófobos emigraron a Paraguay y fundaron el lugar bajo el paraguas de la empresa Reljuv SA. La pareja ha convertido una estancia ganadera y un humedal en un gigantesco barrio cerrado de 16 kilómetros cuadrados”.
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En la página web del Paraíso Verde, Sylvia y Erwin Annau lo definen como “el mayor proyecto de urbanización y asentamiento de Sudamérica” o como “comunidad autónoma”.
“Desde grupos de Facebook y Telegram invitan a antivacunas europeos y seguidores de muchas otras conspiraciones a venir a Paraguay. Les dicen que no hay normas contra el COVID (lo cual es falso), que no hay 5G (lo cual es cierto, porque no se ha instalado todavía) y, de paso, les venden un terreno y una casa en el Paraíso Verde”, destaca en su reportaje el periodista Santi Carneri, de El País.
No lograron instalarse en otros países
En uno de los videos publicitarios, Erwin Annau reveló que intentaron instalar su comunidad en Suiza y también en California, Estados Unidos, pero no lo lograron debido a que las autoridades ejercían mucho control. “Queríamos vivir una coexistencia de gente basada en la ley natural y la razón, y desarrollo espiritual. Pero no es posible si quieres medicina alternativa, energía alternativa y agricultura alternativa porque tienes a las autoridades sobre tu cuello”, indicó el hombre.
Annau fue miembro de la Iglesia de la Cienciología, una secta considerada muy peligrosa en varios países. Fue condenado por fraude en Estados Unidos y tuvo que pagar US$ 100.000 para no ir preso debido a que vendían productos de limpieza con “propiedades no comprobadas científicamente”, publica el medio internacional.
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Médico inhabilitado por mala praxis
Ahora, ya estando en Paraguay, la pareja promueve prácticas como la “Nueva medicina germánica”, de Ryke Geerd Hamer, un médico que fue inhabilitado por proclamar una cura del cáncer con métodos no científicos, por negligencia y mala praxis. Hammer decía ser parte de una conspiración judía “para diezmar a los no judíos”.
“El médico es perseguido por la justicia austríaca por la muerte de 34 pacientes, convenció a personas como Helmut y Erika, los padres de una niña, de que solo él podía curar el tumor en el riñón que padecía su hija”, se destaca en la crónica. Esos padres dejaron que el tumor llegue a pesar cuatro kilos, hasta que la Justicia austríaca les retiro la patria potestad y la niña pudo ser tratada con quimioterapia, lo cual le salvó la vida.
Hasta hace muy poco, Helmut vivía en la comunidad Paraíso Verde, pero salió y demandó a la empresa administradora Reljuv SA por supuesta estafa.
Peligrosas prácticas médicas
En el “centro de salud” de la urbanización ubicada en Caazapá trabaja un naturópata alemán llamado Uwe Crämer, quien practica tratamientos no contrastados científicamente, como la homeopatía o la ozonoterapia.
“Me fui de Europa porque no quieren alternativas, solo la escuela de medicina, no hay lugar para nosotros”, cuenta Crämer desde su consultorio.
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Promueven mensajes islamófobos
Erwin Annau, a través de videos y redes, invita a vivir en la comunidad diciendo que vivir en Paraguay implica menos burocracia, menos impuestos y “menos musulmanes”, promoviendo así mensajes islamófobos.
Unas 600 personas trabajan en el “Paraíso”, cocinando, limpiando y construyendo casas, según informó Juan Buker, presidente de la empresa Reljuv, a la agencia France Press.
Relatos de los pobladores
Desde la comunidad, una pareja de alemanes que se instaló en el “Paraíso” el año pasado relató que no están vacunados contra el COVID. Herbert Heinz afirmó que que “las vacunas normales no alteran el ADN y las antiCOVID sí”, mientras que su esposa Gerhild Wichmann agregó que “esta nueva vacunación no es normal. Yo creo que es un experimento humano con proteínas”.
Ambos viven en una pequeña casa donde habilitaron un estante con libros para compartir con los vecinos. Sin embargo, está repleto de publicaciones sobre conspiraciones como el supuesto origen nazi de la Unión Europea, por ejemplo.
Otra pareja alemana que se radicó en Paraguay huyendo de las vacunas fueron Waltraud Gotzler y su marido Ulli Fleischhacker. Contaron que compraron un terreno en el “Paraíso”, pero se encontraron con muy poca infraestructura, por lo cual decidieron construirse una vivienda en una zona ya más urbanizada, donde se están instalando muchos colonos. “Nos sentimos muy viejos para esperar a que la infraestructura esté lista. Volveremos en cuatro o cinco años cuando el proyecto tenga más gente, más rutas, más internet, más electricidad, más agua”, dijo Gotzler.
Denuncias contra la firma
En otro apartado del artículo periodístico se resalta que la Fiscalía paraguaya acumula denuncias contra la empresa Reljuv, el Paraíso Verde y contra Buker. Una de las demandas es por estafa y lesión de confianza en Villarrica, por secar la reserva ecológica de la Isla Susũ y sus humedales en el río Pirapó. La Fiscalía intervino la empresa en 2020 y le ordenó corregir la destrucción ambiental y pagar unos US$ 6.000 de multa.
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Un administrador con mucha seguridad
Juan Buker, presidente de la empresa Reljuv, se moviliza con una comitiva de vehículos 4x4, con hombres armados, todos expolicías o exmilitares, recoge el periodista internacional que viajó hasta el “Paraíso”.
“Hay todo tipo de religiones… Se puede decir que somos cristianos, pero nadie te va a decir de qué religión tienes que ser. Lo único que no tenemos son musulmanes. Seguramente porque no habrá interés de los musulmanes y por nuestra parte tampoco… Lo más importante es si encajamos o no encajamos”, declaró Buker en una entrevista para El País.
“Nosotros decimos que cada uno tiene el derecho de decidir sobre su persona. Es verdad, muchos de los que vienen acá no quieren vacunarse. Pero es contra las vacunas del COVID, no es que son antivacunas”, alegó.
Sin embargo, en los videos promocionales, la empresa habla sobre todo tipo de teorías conspirativas. “Las tendencias socialistas en todo el mundo, así como la propagación global de implementaciones degenerativas como el 5G, los chemtrails, el agua fluorada, las vacunas obligatorias y los mandatos de atención médica fueron nuestro catalizador para buscar nuevas posibilidades”, dicen sobre las creencias que sentaron las bases de esta comunidad alemana.
Muchos disidentes
No todos los que llegan al “Paraíso” se quedan en la urbanización. Uno de los disidentes fue Paul Saladín, quien fue contratado para hacer reforestación, pero al llegar se encontró con un escenario distinto al prometido.
“Llegamos aquí por el trabajo, pero después de ver cómo está todo allí, ni en broma quisimos comprar un terreno”, explicó a El País Saladín, que ahora vive en un pequeño hotel de Caazapá. “Estimo que cuatro de cada cinco familias se marchan después de pocas semanas. Te prometen una vida en libertad, una vida sin muchas reglas, con salud e independencia: un paraíso. Y resulta que, en ese paraíso, si no sigues las reglas, te echan”, aseguró.
Agregó que él ayuda a varias familias porque se sienten estafadas, puesto que pagan mucho dinero pero nunca reciben títulos de los terrenos que dentro de la urbanización están cotizados a precios incluso cinco veces mayores que otras zonas de la ciudad de Caazapá.
Los trabajadores no pueden estar vacunados
Carneri consiguió hablar con uno de los paraguayos que trabajan para la urbanización, quien con mucho temor relató las teorías antivacunas que se manejan adentro. “Nuestro jefe de departamento nos recomendó que si nos vacunamos no le digamos a nadie. Y no solo la del COVID, la de la gripe y todo tipo de vacuna”, contó.
Más de 2.000 alemanes en poco más de un año
El País publica que al menos 1.644 alemanes completaron su proceso de radicación en Paraguay en 2021, según la Dirección de Migraciones. Ese número es casi el triple que en 2020. Mientras que hasta el 30 de marzo de este año, otros 575 habían completado su proceso de radicación.