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Se trata de Esteban David Valenzuela (28 años), y Julio César Aveiro (31), dos humildes trabajadores de la estancia San Jorge, situada en Yby Yaú. Estaban con paradero desconocido desde el 5 de marzo último. Ambos dejan dos niños huérfanos cada uno, de entre 10 meses y cuatro años de edad.
Mediante una inspección forense realizada en el centro de salud de Yby Yaú, se constató que Valenzuela recibió dos disparos en la zona de la cabeza, mientras que Aveiro, uno, también en la cabeza. Los proyectiles, calibre 9 mm fueron disparados a corta distancia.
También se pudo precisar que los dos fueron eliminados entre las 5:00 y las 6:00 de ayer, sábado, pues al momento de ser inspeccionados tenían ya unas 10 horas de fallecimiento, según la rigidez cadavérica que presentaban, se informó.
De acuerdo con el reporte brindado ayer a la tarde por el fiscal Pablo Zárate, ambos cuerpos sin vida fueron encontrados por un obrero alrededor de las 7:30 de ayer en el predio de la estancia Santa Lucía, ubicada en la colonia Guavirá de Amambay. El local es colindante con la hacienda San Jorge.
El trabajador inmediatamente avisó a las autoridades y también al establecimiento vecino, donde se encontraban los familiares de las dos víctimas.
El hallazgo, de acuerdo con lo que señaló el fiscal, se produjo dentro de un radio de 10 kilómetros en relación al punto en el que fueron capturados por los supuestos miembros del autodenominado EPP, mientras alambraban el perímetro del establecimiento rural.
Inmediatamente militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), fueron a buscar a los familiares y con ellos se trasladaron hasta el lugar del hallazgo.
Fueron las familias quienes dieron certeza de que se trataba efectivamente de Valenzuela y Aveiro.
En el lugar fueron detectadas huellas de botas de lluvia, como las que usan los criminales de la banda EPP y también fueron recogidas tres vainillas servidas del suelo, calibre 9 mm, como las balas que fueron encontradas en los cuerpos.