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Tras hacer presencia en la unidad militar para recabar datos, el Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura no está para nada convencido con la versión de la supuesta caída del joven cadete de la Academil Alcides Ariel Mancuello Figueredo, quien ahora se encuentra en terapia intensiva en el Hospital Militar.
Orlando Castillo, comisionado del Mecanismo, refirió que cuando se constituyó en la unidad militar, el ahora excomandante (recientemente destituido por los casos de torturas a cadetes) César Arístides Caballero García no supo precisarle con exactitud desde qué altura se había producido la caída.
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Es más, ni siquiera sabían bien de qué árbol se había caído el cadete.
Testigos que “no vieron nada”
Los que fueron referidos como testigos, que son otros cadetes, declararon que no habían visto el momento de la caída, por lo que toda esta falta de certeza hace suponer a los representantes del Mecanismo de Prevención de Tortura que hay algo más detrás de la versión dada por las Fuerzas Militares.
Otro punto que le llamó mucho la atención al comisionado Orlando Castillo es que cuando finalmente le dejaron ingresar al Hospital Militar a conversar con la familia del joven se enteró de que un día antes un abogado de la Academil había ingresado junto al internado y le habría hecho firmar una declaración.
Es decir, se percibe una urgencia por asegurarse de que la versión de la caída se establezca como la oficial.
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Médicos son juez y parte
El comisionado resaltó el hecho de que el chico está siendo atendido por médicos con rango militar, que responden a una jerarquía y aún manejan la regla de la “obediencia ciega” al superior, por lo que en ese contexto toda declaración que se pueda tomar de la víctima deberán analizarla a la luz de otras evidencias.
“En ese sentido, la versión que dio el excomandante de la Caballería nos hace presumir que no fue una simple caída”, concluyó Castillo.
Además, Orlando Castillo informó que la internación en terapia intensiva del joven se dio no por la caída, sino por complicaciones respiratorias, otro elemento a considerar, pues actualmente hay nueve cadetes de Academil que están internados por problemas respiratorios.
Llamó la atención del comisionado que al pedir la ficha médica del cadete que supuestamente cayó de un árbol, esta no existía.
Acudiría doctor independiente
Con respecto a los avances de la investigación, señaló que está en contacto con la fiscala Susy Riquelme, a quien le solicitó que envíe un médico forense al Hospital Militar para tener una mirada independiente a la institucional de las Fuerzas Armadas.
El comisionado recalcó que “cuando hay sospecha es peligroso derivar a la institución militar el cuidado y determinar la existencia o no de golpes que estén vinculados a una posible tortura”.
Por otra parte, el Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura solicitó a la Fiscalía que le presente los casos de los últimos cuatro meses para demostrar que no son aislados.
Viejas prácticas continúan
Lamentó que aún estén ocurriendo casos de maltrato en los cuarteles, lo que demuestra que no hubo un cambio institucional. “Siguen pensando que la disciplina se forja con garrote; es preocupante y lamentable y está vinculado con la impunidad, a pesar de que tenemos condena internacional por casos de niños soldados en el 2003 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero la garantía de no repetición no la estamos cumpliendo”, expresó el comisionado Orlando Castillo.
Resaltó que la Fiscalía debe hacer respetar la misión que tiene constitucionalmente y perderle “el miedo a la institución militar”.
Además, citó como punto importante la necesidad urgente de democratización de las Fuerzas Armadas.