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Ambos sacerdotes dedicaron su vida trabajando dentro de la sociedad pilarense, dejando a sus pasos innumerables obras, como escuelas, colegios y templos. Los sacerdotes redentoristas llegaron a la ciudad de Pilar como misioneros de la palabra de Dios.
El padre Federico Schiavon, más conocido como el “Pa’i alcancía” por su peculiar estilo de ahorrar y capacidad de almacenar moneditas de contribución para sus obras, nació en Mandria (Padua) Italia, el 1 de enero de 1923. Profesó en la Congregación el 29 de setiembre de 1941 y fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1948. Llegó al Paraguay el 13 de mayo de 1953, cuando tenía 30 años y se integró a la comunidad redentorista de Pilar hasta el día de su muerte el día 4 de mayo de 2002. Fueron 49 años de vida en Paraguay de los cuales los últimos 10 años estuvo alejado de la vida pública por causa del alzhéimer.
Entre las obras destacadas se encuentran cooperativas, escuelas primarias y colegios humanísticos técnico y comercial.
Varios templos fueron construidos a iniciativas del pa’i Schiavon destacándose la Basílica Menor Nuestra Señora del Pilar, una de las primeras basílicas del país, cuya resolución lo había conseguido de la mano del cardenal Antonio Samoré.
El traslado de los féretros fue acompañado por una multitud de personas. Las avenidas se llenaron de estudiantes, quienes formaron un cordón humano y con pañuelos blancos iban saludando el paso del carro fúnebre.
En la esquina del Colegio Santo Tomas, los alumnos realizaron una alegoría sobre la crecida del río Paraguay que inundó la ciudad de Pilar en 1983 en el que el sacerdote Federico Schiavon fue el gran protagonista uniendo a los ciudadanos y logrando una gran solidaridad con su famosa frase, ”Pilar no muere”.
La ceremonia continuó frente a la escuela Nuestra Señora del Pilar, en donde el ingeniero Alfredo Salinas entonó una canción dedicada al sacerdote Schiavon. Finalmente el féretro pasó en frente del colegio Técnico Juan XXlll y la escuela Cristo Rey; ambas instituciones educativas fueron construidas por el sacerdote Federico Schiavon.
El féretro llegó hasta la Basílica Nuestra Señora del Pilar en dónde el obispo Pedro Collar celebró una misa, recordando la vida de ambos sacerdotes –Schiavon y Santino– como misioneros de Dios.
Para este día especial la Intendencia de Pilar decretó asueto en todas la instituciones públicas de la ciudad.
Del acto participaron el intendente Fernando Ramírez (ANR), el gobernador Luis Benítez (ANR) y el diputado Carlos Enrique Silva (PLRA). También estuvo toda la comunidad educativa de la ciudad de Pilar, como así también autoridades militares y policiales del duodécimo departamento.