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Varios trabajadores se dispusieron de mañana y tarde a colocar las nuevas rejas a la emblemática estación del ferrocarril asuncena ubicada frente a la Plaza Uruguaya. La misma está a cargo de Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa).
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Las estructuras de hierro se colocaron entre las históricas columnas rodeando el edificio. El objetivo es resguardar también la galería, que es habitualmente el espacio más expuesto a las ocupaciones.
El ministro de Cultura, Rubén Capdevila, confirmó que se otorgaron los permisos correspondientes para el enrejado. Aclaró que los trabajos aprobados -tanto en el ferrocarril como en la Catedral Metropolitana de Asunción- consisten en estructuras que son reversibles, es decir, que pueden retirarse nuevamente con el tiempo.
“Son estructuras que abrazan las columnas, no pican, no perforan, ni hacen ningún daño”, afirmó. En la Catedral ya se habían hecho estos mismos trabajos semanas atrás.
Esperan que se solucione problema social
Capdevila consideró que “en algún momento se debe solucionar” la problemática social que afecta al microcentro asunceno, para de ese modo volver a liberar los espacios.
Mientras tanto, el enrejado es la única solución que han encontrado para salvaguardar el patrimonio.
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El ministro relató que los grupos indígenas que llegan para reclamar sus derechos, generalmente se quedan en la galería de la estación buscando refugio.
El peligro se daba especialmente cuando las familias prendían fogatas para cocinar, quedando el fuego muy cerca del patrimonio.
Abrirán al público
Capdevila celebró que este espacio público volverá a estar disponible para toda la ciudadanía, ya que debido a las ocupaciones permanecía cerrado.
Aseveró de ese modo, que tras el enrejado, finalmente el museo y el edificio patrimonial volverán a estar abiertos al público tras la limpieza y recuperación del lugar.
El ministro comentó también que analizaron la factibilidad de la intervención en reuniones con Fepasa y la Municipalidad de Asunción.
Las familias indígenas habían encontrado la Plaza Uruguaya cerrada cuando llegaron a la Capital hace un buen tiempo, por lo que buscaron refugio en la galería del ferrocarril. Recién semanas atrás, el Instituto Paraguayo del Indígena les dio respuesta y se retiraron a sus comunidades.